¿Sabes realmente a qué edad comienzas a envejecer?
En nuestra vida existe un punto de inflexión a partir del cual empezamos a envejecer y a aparentar años de cara a los demás
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Hace no mucho conocíamos que científicos de la Universidad de Edimburgo y del Instituto Max Planck de Biología identificaban unos genes que podrían ayudar a explicar la razón por la que algunas personas envejecen a un ritmo diferente al de otras.
Este innovador trabajo sugería que el mantenimiento de niveles saludables de hierro en la sangre podría ser la clave no solo para envejecer mejor, también para vivir más tiempo.
Pero, aunque el ritmo de envejecimiento en nuestro periplo vital no sea igual para todos, ¿se podría fijar alguna edad como punto de inflexión entre juventud y vejez?
Parece que sí. Un estudio publicado hace un año por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford estimaba que a partir de los 34 años se comenzaban a notar los primeros signos de envejecimiento. Pero esta edad podría abarcar una horquilla mayor si tenemos en cuenta que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, es decir que nuestra "carga genética", además de otros factores, podría jugar un papel determinante, según aclara a COPE el doctor José María Franco, cirujano plástico y estético.
Lo que sí parece es que a partir de los 40 años es cuando el envejecimiento se va haciendo más uniforme y sostenido en el tiempo y en su evolución influirán "desde la nutrición, el metabolismo o el ejercicio, hasta lainformación genética de nuestros ancestros o las enfermedades que podamos presentar".
Eso sí, es a partir de los 35 años cuando empezamos a ser conscientes del cambio. "Los pacientes suelen acudir en ese momento a la consulta al hacerse más evidentes las arrugas, las marcas de expresión y la pérdida de volumen y de músculo en el área periocular".
LOS SIGNOS QUE ADVIERTEN DEL ENVEJECIMIENTO
En el caso de los hombres "suelen presentar problemas como la alopecia androgénica" y en el de las mujeres, "las arrugas -que no suelen manifestarse antes de los 35 a 40 años- que son consecuencia de la contracción repetida de los músculos en la zona de la frente, entrecejo y el área periocular (patas de gallo)".
CÓMO RALENTIZAR EL ENVEJECIMIENTO
Determinar las carencias fisiológicas para conocer los factores que provocan el envejecimiento y tratarlo, "es posible gracias a una prueba genética", advierte el doctor Franco. "Incluye alguna variante relacionada con la longevidad y determina si existe una predisposición a presentar niveles bajos de vitaminas D, C o E, importantes para la salud de la piel". De esta forma "se puede realizar una suplementación para alcanzar los niveles adecuados y por tanto una piel más saludable".
LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA C
En este sentido una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Hospital Universitario La Paz (Madrid) ha señalado que la suplementación de vitamina C en personas septuagenarias y en una cantidad de 500 mg al día rejuvenecería el sistema inmunológico.
El trabajo, publicado en 'Experimental Gerontology', describe por primera vez la duración idónea, tres meses, para que esos efectos beneficiosos se mantengan en algunas funciones del sistema inmunológico al menos medio año.
"Los valores de las capacidades funcionales del sistema inmunológico en las personas mayores consiguen asemejarse a los de los adultos jóvenes. La suplementación hace que personas septuagenarias presenten una inmunidad propia de la treintena", según ha explicado Mónica de la Fuente, directora del grupo de investigación Envejecimiento, Neuroinmunología y Nutrición de la UCM.
Aunque las diferencias en los efectos de la suplementación con las vitaminas entre hombres y mujeres no fueron muy significativas, sí se apreciaron algunas distinciones según el género. En varias funciones, las vitaminas parecen tener mayores efectos positivos en mujeres, aunque son en los hombres en quienes se aprecia un mantenimiento mayor de esos efectos tras finalizar la suplementación.
EDAD VS NIVEL EDUCATIVO Y RENTA
Un estudio liderado por investigadores del King's College London (Reino Unido) y publicado en la revista 'The Lancet' ha demostrado que las personas mayores con mayor nivel educativo y renta suelen envejecer mejor y con más salud.
En concreto, la investigación ha evidenciado que las personas mayores con alto nivel educativo (con educación universitaria) tendrían hasta 10 puntos de salud más (sobre una escala de 100 puntos) que una persona mayor de su misma edad que tenga bajo nivel educativo. Asimismo, una persona con alto nivel de ingresos podría presentar más de 8 puntos de nivel de salud que una persona con baja nivel de ingresos de su misma edad.
"Este efecto es universal detallan los autores, ya que se observó en personas mayores de todos los países estudiados, entre otros: España, Reino Unido, Estados Unidos y Japón. Asimismo, se corroboraron dos efectos clásicos cuando se mide la salud de personas mayores: generalmente a mayor edad peor salud, con un decremento acusado a partir de los 80 años; las mujeres mayores suelen mostrar mejores niveles de salud que los hombres de la misma edad", han recalcado los expertos