¿Qué es el hambre emocional y por qué recurrimos a la comida para escapar de nuestros problemas?
Normalmente, cuando ocurre esto es porque nuestro cerebro nos pide comer para acallar los malos pensamientos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Estrés, ansiedad, falta de sueño, malestar emocional... una serie de factores que, por unos motivos u otros, no solo afectan a nuestro estado físico de salud, sino que también lo hacen desde el punto de vista mental.
Y eso, muchas veces, también se puede ver reflejado en esos atracones de comida. Comer si hambre. Es una reacción más frecuente de lo que imaginas e incluso piensas. Comer para sentirse mejor, relajarse u olvidar un problema en particular. A esto se le conoce como hambre emocional y más personas de las que jamás puedas llegar a imaginar recurren a este hábito para evitar esas sensaciones y pensamientos negativos.
¿Por qué se produce el hambre emocional y qué podemos hacer para evitarlo?
Normalmente, cuando ocurre esto es porque nuestro cerebro nos pide comer para acallar los malos pensamientos. Básicamente, lo que está buscando es una recompensa inmediata frente a esos pensamientos negativos. Habitualmente son alimentos con altos niveles de azúcar o aquellos denominados como 'comida basura', ya que envían más rápidamente al cerebro un mensaje de satisfacción casi al momento.
Los motivos que pueden desencadenarlos son muy diversos, pueden ser desde conflictos a nivel personal, estrés, aburrimiento o incluso ansiedad. Un problema que tiene ya grandes consecuencias a nivel mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España es de un 14,2%, una de las más altas de Europa. Además, la OMS calcula que uno de cada cuatro habitantes del planeta (1.900 millones) será obeso en 2035.