Detectan peces nunca vistos en el Mediterráneo
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Los pescadores que faenan en el Mediterráneo han empezado a detectar peces nunca vistos en la zona, como especies tropicales, una demostración de que el cambio climático está provocando invasiones biológicas.
Así lo concluye una investigación europea que ha entrevistado a 500 pescadores artesanales de nueve países para documentar los cambios a gran escala en las poblaciones de peces debidos al calentamiento y a la llegada de especies invasoras.
En el estudio, que publica la revista 'Global Change Biology', han participado 22 grupos de investigación, entre ellos científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.
El estudio se ha hecho en el marco del proyecto europeo MPA-Adapt, que está coordinado por Joaquim Garrabou, investigador del ICM-CSIC, y en el que participan instituciones como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
Con las aportaciones de los pescadores veteranos de diferentes regiones del Mediterráneo, los científicos han hecho reconstrucciones precisas de los cambios recientes en la distribución de hasta 75 especies.
Así, por ejemplo, han podido seguir el desplazamiento de algunos peces nativos del Mediterráneo que se han expandido hacia el norte a causa del calentamiento, como el carnívoro pez azul (Pomatomus saltatrix), la barracuda (Sphyraena viridensis) o el labrido Sparisoma cretense, que recibe el nombre popular de la vieja, gorrión o tordo, en función de la zona.
De la entrevistas también han podido obtener datos sobre especies tropicales que han cruzado al canal de Suez y han entrado en el Mediterráneo, donde están causando impactos ecológicos y socioeconómicos muy graves, como el pez conejo (Siganus luridus y S.rivulatus); el Lagocephalus sceleratus, una especie de pez globo extremadamente venenoso; y el pez escorpión Pterois miles.
Aunque han entrevistado a pescadores españoles, Garrabou ha explicado que "muchas de las observaciones son comunes a lo que se ha visto en la costa española, porque cambios en la distribución de zonas frías, como en el mar Egeo o en el Adriático, también se están viendo en las aguas frías del Golfo de León".
Según Garrabou, el cambio climático y la actividad humana "son dos de las causas de la redistribución de las especies vivas en el planeta y los efectos de los patrones de distribución ya son visibles en toda la costa mediterránea".