ELECCIONES 28M RUIDO

De Madrid a Barcelona, jaque al ruido urbano para conciliar ocio con descanso vecinal

Discotecas, terrazas, vecinos, fiestas patronales... las ciudades son un crisol de sonidos, aunque algunos muy molestos, siendo el ruido un problema al que los municipios están poniendo freno con ordenanzas y acciones locales para conciliar ocio y descanso vecinal, más allá de lo regulado por la ley estatal.

Agencia EFE

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Discotecas, terrazas, vecinos, fiestas patronales... las ciudades son un crisol de sonidos, aunque algunos muy molestos, siendo el ruido un problema al que los municipios están poniendo freno con ordenanzas y acciones locales para conciliar ocio y descanso vecinal, más allá de lo regulado por la ley estatal.

Los mapas de ruido ofrecen datos muy relevantes a las ciudades para adoptar medidas contra el ruido; algunas de las acciones que se están implementando, dentro de una nueva corriente contra la contaminación acústica, se basan en devolver a las ciudades sus sonidos originales.

Por ejemplo, colocando una fuente en una plaza o parque con mucho ruido de tráfico para enmascararlo y escuchar solo el fluir del agua y recuperar la acústica originaria del lugar, ha explicado a Efe el ingeniero de Telecomunicación Juan Miguel Navarro, experto en acústica de la Universidad Católica de Murcia.

La legislación estatal regula el ruido de actividades comerciales, industriales, carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, etcétera.

La ley 37/2003 del ruido armonizó la regulación de la contaminación acústica en España pero son las comunidades autónomas, y en última instancia los ayuntamientos, los responsables de legislar dentro de su territorio las actividades que producen ruido y quedan fuera de dicha norma.

Por ejemplo, los comportamientos vecinales poco o nada silenciosos, cuya regulación con ordenanzas locales, por otra parte, suele servir de arma arrojadiza entre los partidos en período electoral. De hecho, la mayoría de quejas sobre ruido en las ciudades se refiere a cuestiones con vecinos, asegura el experto.

"No es de recibo que los ciudadanos asumamos como normal que por vivir en ciudades tengamos que soportar más ruido del recomendado, eso no tiene que ser así", comenta Juan Miguel Navarro.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido se define como sonido desagradable y molesto potencialmente nocivo para la audición. El tráfico rodado, el avión, el tren, ciertas fuentes de ocio como conciertos o discotecas son algunas de las principales fuentes de ruido en España.

Para garantizar una buena salud y bienestar personal se recomienda no superar a nivel de calle, en las ciudades, los 65 decibelios.

El ruido es un concepto subjetivo: "lo que a uno le molesta a otro, puede que a otro no", asegura el ingeniero de la Universidad Católica de Murcia.

A modo ilustrativo, ha explicado que "las olas del mar pueden llegar a 80 decibelios sin causar molestias, sino todo lo contrario".

Según los expertos, la realidad es que la gente se empieza a fijar al comprar una vivienda en el nivel de ruido de la zona y reclama espacios sin ruido, también en bares u otros establecimientos públicos.

En su último informe anual, el Defensor del Pueblo advertía de las muchas quejas por ruido de locales de hostelería y "terrazas", especialmente en Madrid, Barcelona y Bilbao, y hacía un llamamiento para garantizar el derecho al descanso vecinal.

Entre otras medidas, al Ayuntamiento de Madrid le instaba a supervisar el cumplimiento por parte de los titulares de terrazas de hostelería de las exigencias de la ordenanza local y a ampliar la inspección del ruido en zonas saturadas y en las establecidas con protección acústica especial.

Al consistorio de Barcelona le pedía aplicar la ordenanza local sobre terrazas en hostelería y un plan de inspecciones frente a la contaminación acústica en esta ciudad, en donde históricamente el ruido ha sido una de las principales quejas de los barceloneses, especialmente el del ocio nocturno.

En los últimos meses, en línea con otras grandes urbes, se han implantado en esa capital zonas acústicamente "tensionadas" en las que se ha reducido el horario de apertura de terrazas y comercios.

En otras ciudades como Pamplona, las competencias sobre contaminación acústica son del Gobierno de la región. Cada cuatro años se analiza y zonifica la contaminación acústica, mediante mapas estratégicos de ruido y también se elaboran y ejecutan diferentes planes de acción.

En la región de Murcia varias vías de comunicación superan los niveles legales de ruido; reducir el tráfico mediante planes de movilidad sostenible es uno de los compromisos de las autoridades.

En Valenci se aprobó en febrero una nueva ordenanza que exige limitador registrador de ruido en actuaciones musicales en la vía pública o en locales especializados y una distancia de 30 metros entre establecimientos sujetos a la normativa de espectáculos públicos.

Se propone además un estudio acústico previo a la autorización de mesas y sillas en terrazas y se prohíbe en ciertas horas la realización de trabajos, reparaciones y actividades domésticas susceptibles de producir molestias.

En La Rioja se han realizado acciones frente al ruido de carreteras cerca de cascos urbanos, y en Logroño, un "mapa" de ruido determinará las zonas afectadas, principalmente de la hostelería.