BIODIVERSIDAD LOBO
El perro, un lobo evolucionado "gracias a la influencia humana"
Los primeros lobos se acercaron a los asentamientos del hombre primitivo por hambre o curiosidad; miles de años después, sus descendientes son cánidos sociales domesticados y evolucionados "gracias a la influencia humana, que les ha causado tanto beneficio como perjuicio" según ha explicado a EFE Carmen Sabalete, editora de 'Del lobo al perro' (Editorial Pinolia).
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Los primeros lobos se acercaron a los asentamientos del hombre primitivo por hambre o curiosidad; miles de años después, sus descendientes son cánidos sociales domesticados y evolucionados "gracias a la influencia humana, que les ha causado tanto beneficio como perjuicio" según ha explicado a EFE Carmen Sabalete, editora de 'Del lobo al perro' (Editorial Pinolia).
Este texto, que incluye análisis de diversos etólogos y veterinarios, examina entre otras cosas los cambios comportamentales y físicos en la mayoría de las razas caninas a través de las técnicas de cría y selección artificial que "por lo general obedecen a las necesidades humanas y aspiraciones estéticas en función de los genes considerados como positivos", ha añadido la también doctora en Historia del Arte y directora de la revista Muy Historia.
Entre los coautores del texto figura el veterinario, bioquímico y divulgador científico Alfonso M. Corral, quien se ha referido a esta selección como "un cuello de botella que favorece la existencia de variantes genéticas perjudiciales para la salud" como sucede con "los problemas respiratorios u oculares de algunas de estas razas, como la braquicéfala, a la que pertenecen los bulldogs o carlinos".
Más allá de su descendencia del lobo, no existe consenso sobre el origen del perro: algunos estudios lo ubican hace unos 30.000 años en el sureste asiático, mientras que otros sostienen que fueron los europeos quienes comenzaron a domesticarlo en una época indeterminada hace entre 32.100 y 18.800.
Un ejemplo son los restos de un cachorro enterrado a finales del Paleolítico superior, hace 14.000 años, junto a dos humanos en una cueva de Oberkassel, un suburbio de Bonn (Alemania): es el primer caso documentado de vínculo emocional con un animal, más allá de una utilidad concreta.
Otra de las coautoras es Sumara Marletta, especialista en psicología canina, quien afirma que el Canis lupus lupus o lobo gris es el antecesor del Canis lupus familiaris quien, como "subespecie de lobo", heredó "rasgos fisiológicos, como el tipo de comunicación basado en vocalizaciones, ladridos o aullidos".
La domesticación trajo también consigo "cambios fisiológicos, como en su aparato digestivo" lo que les permite "digerir mejor los glúcidos a causa de la dieta variada adaptada al entorno humano, mientras los lobos dependen de una base alta en proteínas y grasas.
El estudio aporta otros ejemplos de evolución como las orejas caídas en muchos perros, pues no necesitan el mismo estado de alerta, aunque en el fondo, según recuerda la etóloga Leila Pallarés, "parte de su ADN sigue mostrando sus capacidades instintivas como cazadores, ya que "también son carnívoros, con extremidades y un sentido del olfato desarrollado".
Una diferencia de comportamiento clara es la sociabilidad, ya que los lobos son más territoriales y precavidos que los perros ante situaciones desconocidas.
La aportación de los periodistas de 'New Scientist' Jessica Pierce y Mark Bekoff pasa por señalar los beneficios que los humanos han proporcionado a los humanos con un "éxito adaptativo y reproductivo" que ha permitido "generaciones más adaptadas genéticamente a la supervivencia.
De la misma forma, el educador canino David Ordóñez señala el aprovechamiento humano de los perros en terapias de intervención asistida en la salud, educación e influencia en el estado de ánimo, mientras que el psicólogo de la Universidad de Sevilla Javier López Cepero ha advertido de que estos animales "no son píldoras de la felicidad" y por tanto "no se debe cargar sobre ellos la responsabilidad de solventar problemas humanos complejos".
En todo caso, Sabalete ha indicado que "el ser humano es una de las principales causas de mortalidad en perros" -en España, sobre todo por enfermedades infecciosas (49 %) y envenenamientos (39 %)- pero también de los lobos "ya que la caza sigue siendo su principal motivo de muerte".