DÍA DE LA HISPANIDAD

La Sevilla colombiana que se llama así por amor

Entre las ciudades en los cinco continentes llamadas Sevilla hay una especial en Colombia, que es la capital cafetera de aquel país y se asoma al frondoso valle del río Cauca

Redacción COPE Sevilla

Sevilla - Publicado el - Actualizado

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Una fecha histórica como el doce de octubre en que conmemoramos la llegada de España al Nuevo Mundo, debería servir de acicate para revisar los vínculos que tenemos con el resto del mundo, especialmente con Latinoamérica, con la que Sevilla siempre ha sido puente desde el día aquel en que arribaron las naos descubridoras.

En Cope hemos querido este año rastrear el mapamundi buscando los lugares del planeta que se llamen Sevilla. Hay centenares de ellos... pero solo once son ciudades o pueblos de cierta entidad, y aunque hay Sevillas en Australia, Jamaica, tres en EEUU (en los estados de Ohio, Florida y Georgia), pero la mayoría de ellas están en puntos que un día formaron parte de aquella España en la que no se ponía el sol, principalmente en Sudamérica.

Nosotros nos vamos a fijar esta vez en la Sevilla de Colombiana, que es la capital cafetera de aquel país, y hemos conocido que el hecho de llamarse Sevilla encierra tras de sí una curiosa historia de amor.

También aquella Sevilla está enclavada en un valle junto a un río, pero a más de 1600 metros de altitud. Es una ciudad montañosa que se asoma al idílico valle del caudaloso río Cauca y su entorno está dominado por los cafetales que se extienden por más de quince mil hectáreas.

Un paisaje espectacular con la imponente cordillera de los Andes al fondo le pone horizonte a todas las calles de “Sevilla Valle”, que es como la llaman sus 41.632 habitantes.

Aquellos sevillanos de Colombia son gente alegre, muy emprendedora, de conversación pausada y su identidad está marcada por la música... y el café.

De hecho esta lejana Sevilla también es patrimonio de la humanidad por la UNESCO, como todo el paisaje cafetero de Colombia del que se considera la capital; y por eso, el lugar más emblemático de toda la ciudad es el “Café Casablanca” que con su aire colonial y colorista constituye todo un templo del mejor café local, que es a su vez de los mejores del mundo, y del que, por otra parte, depende en buena medida la economía de esta Sevilla que se siente orgullosa de llevar este nombre tal como nos ha contado su alcalde, Jorge Augusto Palacios.

En la conversación que hemos mantenido con él nos ha explicado la hermosa historia de amor que dio lugar a que esta ciudad, inicialmente llamada San Luis, pasara a ser bautizada con el nombre de Sevilla.

El artífice fue uno de los fundadores de lo que en principio era solo un poblado, Pompilio Ceballos, y lo hizo para complacer a su hija Mélida. La joven se había enamorado de uno de los componentes de una compañía de bailarines y cantaores, supuestamente de Sevilla, España, que había estado de gira por aquellas tierras, y le pidió a su padre que se le pusiera el nombre de Sevilla, a lo que este accedió, en lo que también por su parte constituía un acto de amor hacia su querida hija.

El alcalde de Sevilla Valle, Jorge Palacios, estuvo en el año 2022 en nuestra ciudad y se firmó entre los dos municipios un memorando de entendimiento y colaboración que, según nos manifestó, le gustaría "que se llevara a la práctica con actividades concretas por ambas partes". Asimismo, lanzó la propuesta de "unir algún día a los alcaldes de todas las ciudades llamadas Sevilla", que están repartidas por los cinco continentes.

Una idea que aquí ha recogido con agrado el Delegado de Economía, Comercio, Consumo, Empleo y Parques Innovadores del Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel. En la entrevista concedida a COPE, ha remarcado el papel histórico de Sevilla como puente con Latinoamérica y ha explicado que el gobierno municipal planea estrechar los vínculos con diversas acciones de cara a la conmemoración del aniversario de la Exposición Iberoamericana del 29.

Los hispalenses somos únicos, pero sevillanos son muchos más repartidos por el mundo y aunque no han nacido a orillas del Guadalquivir, viven en ciudades o pueblos que llevan con orgullo el mismo nombre que nuestra ciudad, y a sensu contrario para nosotros también eso debe ser motivo de orgullo. El nombre de Sevilla es universal por su historia, pero también porque hay lugares denominados Sevilla por casi todos los continentes, a miles de kilómetros de la capital andaluza, algo que debería ser aprovechado para reforzar los lazos y vínculos que nos unen más allá del nombre compartido.

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