SECCIÓN PSICÓPATAS
David Parker Ray: el 'Asesino de la Caja de Juguetes'
Insonorizó un remolque de un camión colocado al lado de su casa y montó una serie de dispositivos para torturar a sus víctimas. Fue bautizado como 'la caja de juguetes'
Almería - Publicado el
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La sección Psicópatas, que cada jueves trae Diego Martínez a Herrera en COPE, ha tratado hoy el caso de David Parker Ray. Fue un violador, torturador y asesino en serie del que se sospecha que llegó a matar al menos a 60 personas. Insonorizó un remolque de un camión colocado al lado de su casa, donde montó una serie de dispositivos para torturar a sus víctimas. Dicho remolque fue bautizado como 'La caja de juguetes'.
Nacido en 1939, fue un niño al que abandonaron sus padres. Eso marcó su vida, aparte de las palizas que le propinaba su abuelo. Cuando el pequeño Parker hacía algo mal, su abuelo utilizaba una extrema violencia. El castigo se convirtió en algo cotidiano en la vida de David, que muy joven ya era un apasionado de la pornografía.
Nunca fue buen estudiante, pero aun así, David Parker que fue un gran consumidor de alcohol y drogas, logró graduarse en el Instituto de Secundaria de Valley (Albuquerque) en 1957. Dos años después, se casó con una vecina del pueblo e ingresó en el ejército de los Estados Unidos. Su especialidad: la mecánica aeronáutica.
FRACASO EN SU PRIMER MATRIMONIO
Su primer matrimonio fracasó, ya que la forma en la que David entendía el placer sexual no cuajó con su pareja y terminaron divorciándose en 1961. Poco después, contrajo segundas nupcias con otra mujer pero rompieron a los seis meses. De nuevo, las prácticas sadomasoquistas fueron un problema. Ni a la tercera llegó la vencida. En 1966 se casó con Glenda Burdine, con la que tuvo una hija, Glenda Jean, pero las exigencias sexuales de David para con su esposa terminaron de acabar con la relación. Tras el tercer divorcio llegaron los secuestros y las primeras víctimas.
David era muy alto y delgado y tenía un poblado bigote. Su voz era suave lo cual lo mostraba como un ser amable. Tras esa imagen de bondad había un hombre sádico al que le gustaba infrigir dolor sin límites. Al lado de su casa colocó un remolque de camión en cuyo interior ofrecía todos los elementos necesarios para torturar y usar toda la violencia contra sus víctimas, sin que los gritos pudieran ser escuchados. Aquel remolque o caja de juguetes como fue conocida estaba insonorizado.
En los últimos años, Parker Ray no estuvo solo para acometer sus prácticas sexuales sadomasoquistas. Junto a él, su novia Cynthia ‘Cindy’ Lee Hendy se convirtió en su ayudante y máxima cómplice. ‘La Caja de Juguetes’ tenía un decorado de lo más tétrico. Del techo colgaba un candelabro con forma de cráneo, las estanterías estaban repletas de agujas, tenazas, pinzas y multitud de material quirúrgico. Al fondo del habitáculo había una cama donde inmovilizaban a sus víctimas. También contaban con látigos, correas, cadenas, poleas, abrazaderas o sierras. Más que una caja de juguetes, era una caja de la muerte.
La última víctima, que salió con vida de la famosa caja de juguetes, fue Cynthia Vigil, prostituta de profesión. La joven caminaba en busca de algún cliente. Desde el otro lado la calle, David le hizo señas para que se acercase. Acordaron un servicio que realizó a David. Luego sacó una placa de policía y la amenazó con detenerla. Intentó ponerle unas esposas, pero Cynthia se resistió hasta que Cindi la dejó inconsciente con una descarga eléctrica. Allí fue cuando la trasladaron a la casa, la desnudaron y la pusieron un collar de perro alrededor del cuello. Del techo sobresalían varios ganchos y cadenas. La encadenaron a una de ellas y le pusieron una grabación.
La primera parte de la tortura era psicológica. David y Cindy le mostraron centenares de fotografías de mujeres encadenadas y sodomizadas. Tras aquello, comenzaron las descargas eléctricas durante varias horas. Al día siguiente, la llevaron a la habitación que llamaban 'El Cuarto Sucio', donde la colgaron del techo mediante un sistema de cadenas y poleas. Una vez suspendida en el aire, le realizaron toda clase de abusos con juguetes sexuales.
LOGRÓ ESCAPAR
Cynthia logró escapar de las garras del asesino y su cómplice. Mal herida llegó a la casa de unos vecinos que llamaron a la policia. Los agentes llegaron a la casa de la pareja y vieron todo el arsenal de tortura que habían montado, aparte de las grabaciones donde se relataba los metodos utilizados en cada tortura.
En la investigación, la policia comenzó a unir piezas de un gran puzzle. Había varios cadáveres encontrados en el desierto, numerosas desapariciones inexplicables y algunas prostitutas que alegaban haber sido torturadas pero que no recordaban cómo les había ocurrido. También se descubrió que David no solo contó con la ayuda de Cindi, sino que tuvo dos ayudantes más. Su hija Glenda Jean y un tal Dennis Yancy. Entre los cuatro seleccionaban mujeres, la mayoría prostitutas, para que Parker se divirtiese con sus juegos sádicos y sexuales.
Glenda Jean y Dennis Yancy fueron condenados a 36 años de prisión. En 2017 Glenda fue puesta en libertad y Dennis optará a ella el año proximo. Por su parte, Cindi terminó colaborando con los investigadores aportando pruebas en contra de su pareja. El tribunal la sentenció por cómplice de asesinato a 36 años de prisión. David Parker Ray se enfrentó a tres juicios. El primero fue declarado nulo porque el jurado popular no logró ponerse de acuerdo pese a los testimonios y las pruebas; el segundo tuvo que ser aplazado tras la muerte del juez; y el tercero, ya en abril de 2001, el acusado se declaró culpable tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.
El tribunal le condenó a 223 años de prisión y aunque intentó retractarse de su confesión de culpabilidad, el juez firmó el auto de sentencia. Tras el veredicto y justo antes de ser enviado al Correccional del Condado de Lea, David falleció de un infarto. Realmente a día de hoy nadie sabe exactamente el número de personas que pasaron por el horror de aquella caja de juguetes.