Esto es lo que pasa cuando usas calzado deportivo a diario: "Soporta todo"

La popularidad del calzado deportivo como parte del atuendo diario plantea interrogantes sobre su impacto en la salud de nuestros pies

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el

5 min lectura

En la última década, estamos siendo testigos de una tendencia imparable: el uso del calzado deportivo no solo para la actividad física, sino también como parte del atuendo diario. Esta moda ha invadido las calles, con marcas de renombre y diseñadores de moda colaborando para crear zapatillas cada vez más elegantes y versátiles.

Hasta la reina Letizia ha podido ser vista en público con calzado deportivo y en un acto reciente combinaba ese tipo de zapatillas con chaqueta de vestir, por una molestia en el pie que le producía incluso el caminar cojeando, a lo que hay que unir que desde hace algún tiempo han trascendido problemas que le impiden el uso de tacones.

Juan Ignacio Acosta, CEO de Sanicor, reconoce que estamos ante una “una tendencia de futuro, que hemos adoptado de la cultura americana, de Estados Unidos, ha llegado con fuerza a España” y seguirá siendo lo habitual, esa “colonización de este tipo de calzado sobre el calzado tradicional”.

Pero la moda del calzado deportivo de uso diario: ¿Es beneficiosa o es un error para la salud?

La respuesta la aportan los expertos en podología y ortopedia, quienes advierten sobre los riesgos que implica el uso prolongado del calzado deportivo para otras actividades. Aunque estas zapatillas están diseñadas para proporcionar amortiguación y soporte durante la actividad física, su uso constante puede resultar también perjudicial para la salud de los pies y la postura corporal.

De hecho, aunque la comodidad y el estilo son factores importantes a la hora de elegir el calzado, es fundamental priorizar la salud y el bienestar de nuestros pies. Los expertos recomiendan alternar el uso de zapatillas deportivas con calzado diseñado para el día a día, que ofrezca un mejor soporte para las actividades cotidianas y promueva una postura saludable.

El error más común: Elegir por cuestiones estéticas

Uno de los errores más comunes que cometemos al adoptar esta moda es ignorar la importancia del ajuste adecuado. Muchas personas eligen su calzado deportivo basándose únicamente en el estilo, la estética o la marca, sin tener en cuenta aspectos fundamentales como el tipo de pisada y la forma del pie. Esto puede conducir a problemas como fascitis, plantar, juanetes o incluso lesiones en las rodillas y la espalda debido a una mala alineación.

Además, el uso continuo de zapatillas diseñadas específicamente para el deporte puede debilitar los músculos del pie y reducir la capacidad de realizar movimientos naturales, lo que a largo plazo puede aumentar el riesgo de lesiones y deformidades.

Juan Ignacio Acosta explica que se trata de un calzado que “facilita el confort”, aunque no todo es blanco o negro, porque este calzado a veces es ultra flexible, pero sin tener contención, tampoco es lo más correcto.

El pie es la “estructura que soporta todo el peso de nuestro cuerpo” por tanto, se pueden producir patologías con frecuencia que pueden ser molestas porque los pies los usamos a diario.

Normalmente, pensamos “que un problema en el pie se queda en el pie, pero no es así porque puede provocar problemas en todo el eje esquelético, las rodillas, las caderas”.

El motivo es que cuando empezamos a tener problemas en el pie esta situación nos provocará dolor, tendremos tendencia de manera consciente o inconsciente a una forma de caminar anómala para evitar esos puntos de molestias y acabaremos por generar sobrecarga en otras zonas.

En realidad, el porcentaje de pacientes que tienen “patologías del pie es muy importante, en profesionales que están mucho tiempo de pie, caminando o en la práctica deportiva”.

Lo fundamental es actuar y si hay “una molestia que persiste en el tiempo debemos buscar a qué se debe y aplicar tratamientos para corregirlo”.

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El calzado perfecto para hombres, mujeres y niños: Priorizar la salud

A la hora de elegir el calzado perfecto, tanto para hombres, mujeres y niños, es crucial tener en cuenta una serie de aspectos que garanticen comodidad, soporte y salud para los pies.

Asegurarse de que el calzado se ajuste correctamente al tamaño y la forma del pie. Esto implica elegir una talla adecuada y considerar la anchura del zapato para evitar rozaduras y deformidades.

Optar por zapatillas con suela flexible pero resistente, que permitan una buena amortiguación durante la actividad física y promuevan movimientos naturales del pie.

Prestar atención al tipo de arco del pie (alto, normal o bajo) y elegir zapatillas que proporcionen el soporte adecuado para el tipo de pisada.

Buscar calzado que combine estilo y funcionalidad, priorizando aquellos diseños que ofrezcan soporte para el arco del pie y espacio suficiente para los dedos.

Evitar los tacones excesivamente altos y las puntas estrechas, que pueden causar problemas como juanetes, callosidades y fascitis plantar.

Considerar alternar entre diferentes tipos de calzado, como zapatillas deportivas, zapatos planos y sandalias con soporte, para prevenir lesiones y promover una postura saludable.

Según el experto Juan Ignacio Acosta, “el uso del tacón no favorece en absoluto un pie sano porque provoca una sobrecarga en una zona concreta del pie”.

Lo importante es un “tacón mínimo, de un par de centímetros, tres como máximo” y tratar de reducir su uso. Está claro que “el tacón no va a desaparecer, pero debemos reducirlo a eventos especiales y no a un uso diario”.

Escoger zapatos que se ajusten correctamente al tamaño actual del pie del niño, dejando un espacio de aproximadamente medio centímetro entre los dedos y la punta del zapato para permitir el crecimiento.

Priorizar la durabilidad y la calidad del calzado, especialmente para niños activos que puedan desgastar rápidamente sus zapatos.

Optar por modelos con cierres ajustables, como velcro o cordones, que faciliten la adaptación al pie del niño y eviten rozaduras y ampollas.

El calzado perfecto para hombres, mujeres y niños debe combinar confort, soporte y estilo, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada grupo de edad y género.

Al prestar atención a detalles como el ajuste, la calidad de los materiales y el tipo de soporte ofrecido, podemos garantizar una experiencia positiva para nuestros pies, tanto en el día a día como durante la práctica de actividades deportivas.

Las tres claves fundamentales para elegir calzado, según recuerda Juan Ignacio Acosta, son:

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