Cádiz

¿Por qué la sal de Cádiz ha sido la más demandada para derretir el hielo de toda España?

La Bahía de Cádiz es una de las grandes exportadoras de este rico mineral que sirve, entre otras cosas, para que podamos circular por calles y carreteras en grandes nevadas

Sal Cádiz

Rubén López

Cádiz - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La sal, un mineral rico en muchas propiedas y muy util para el ser humano. El producto más usado durante siglos en la gastronomía, la sal común, es un elemento básico para dar sabor a las comidas y, siempre en cantidades moderadas, un mineral necesario para el funcionamiento del sistema inmune. De origen marino, fue en tiempos romanos una sustancia de tanto valor que se empleaba como moneda. No obstante, en nuestros días sus principales fines se reducen a condimentar y conservar los alimentos.

Sin embargo, el uso de la sal va más allá de la gastronomía. Sirve, entre otras cosas, para derretir el hielo y que muchos ciudadanos puedan circular sin problemas por una calle o una carretera.

La borrasca Filomena ha dejado imágenes tan icónicas como un Madrid completamente nevado en plena lucha contra la pandemia de coronavirus que azota el mundo.

Más de medio millar de carreteras españolas han permanecido parcial o totalmente cortadas por hielo o nieve. Recuperar la comunicación en estas vías resulta primordial para garantizar, entre otras cosas, la distribución y transporte de mercancías indispensables, así como los trayectos en caso de emergencia sanitaria. Para ello, la sal de Cádiz se erige como la mayor aliada contra las inclemencias del tiempo.

Es en la Bahía de Cádiz donde se producen enormes cantidades de sal que se distribuyen al mundo. Por ejemplo en El Puerto de Santa María donde cada día una media de ciento veinte salen cargados de sal rumbo a toda España. El temporal Filomena ha multiplicado los pedidos y ha obligado a esta empresa, Asal, a multiplicar también turnos y horarios de sus ochenta trabajadores para satisfacer la demanda.

Porque hablamos de las mayores salinas marinas de España, dos mil quinientas hectáreas dedicadas a extraer, anualmente, unas cuatrocientas mil toneladas de sal, de las que una cuarta parte se destina a carreteras del norte de Europa y ahora a Filomena.

Sal

Exportaciones al norte de Europa

Exclusivamente para el deshielo en las carreteras, el Grupo Asal produce unas 100.000 toneladas dedicadas en este uso. La mitad se reparte por toda la geografía española, «a consecuencia del temporal se han superado nuestras previsiones para todo el invierno», reconocen desde Asal. El resto se exporta al norte de Europa, principalmente países escandinavos.

Desde la compañía ya certifican contar con 45.000 toneladas vendidas en todo el territorio nacional encontrándonos a mitad de la temporada de invierno.

La sal derrite el hielo

El hielo es uno de los tres estados naturales del agua. Básicamente es agua sólida cristalizada, congelada. El agua pura a la altitud del nivel del mar se congela a 0 ºC y la densidad del hielo a esta temperatura es de 0,9169 gr/cm3.

Cuando el hielo y el agua están en contacto, las moléculas de la superficie de hielo se funden en el agua (fusión), y las moléculas de agua son capturadas en la superficie del hielo (congelación). Cuando la cantidad de congelación es la misma que la de fusión, el hielo y el agua están en equilibrio dinámico entre sí.

El equilibrio entre la congelación y el deshielo se puede mantener a 0 ºC, el punto de congelación del agua, a menos que cambien las condiciones de una forma que favorezcan un proceso u otro. Este equilibrio se rompe fácilmente por efecto de la temperatura: si aumentamos la temperatura favorecemos la fusión y si esta desciende se favorece la congelación.

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