Necrológica
Los más desfavorecidos pierden a Sor Victoria
Ha fallecido a punto de cumplir los 95 años de edad. Su trabajo en la atención en el Comedor del Salvador, hizo que fuera reconocida como Hija Adoptiva de Jerez
Jerez - Publicado el - Actualizado
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Sor Victoria Virués, religiosa Hija de la Caridad que ejerció de superiora de la comunidad en Jerez y dirigió durante años del Comedor de El Salvador, ha fallecido. A punto de cumplir los 95 años, hacía ya un año que no podía bajar a atender al centenar de personas desfavorecidas que comen a diario en este recurso social abierto y atendido por las hermanas y un importante grupo de voluntarios. La enfermedad que se lo impedía le ha sometido a cuatro días de agonía que han concluido con su marcha a la Casa del Padre.
Tan importante fue el testimonio que su entrega a los demás brindaba cotidianemente que, chiclanera de nacimiento, fue nombrada Hija Adoptiva de la Ciudad de Jerez en el año 2011. Y lo vivió agradecida y sonriente pero superada por tanta muestra de cariño que la exponía más que lo que su proverbial humildad la caracterizaba. "Se nos ha ido un corazón insustituible y dos manos más que necesarias", anuncia en redes sociales Paco Domouso, hasta hace unos meses director de Cáritas Diocesana de Jerez.
Sor Teresa Pérez, actual superiora de la comunidad de Hijas de la Caridad de Jerez, describe su rica personalidad señalando que "ella siempre ha sido una persona muy buena, muy prudente, muy humilde, muy sencilla, muy amante de los pobres y de su comunidad". "Una mujer orante, de una intensa vida espiritual, siempre ha sido lo que nosotras llamamos una verdadera Hija de la Caridad, ejemplo y referente para todas las que la conocememos y hemos tenido la dicha de vivir con ella", añade.
Los pobres fueron su centro de atención. Y ellos le correspondían con mucha estima. "Ella se daba mucho a querer porque tenía muchos detalles y se daba siempre a querer porque era una persona muy detallista, muy educada, muy respetuosa y muy cercana a todos", explica Sor Teresa, quien señala que no han parado de preguntar por ella las personas atendidas en el Comedor del Salvador durante este año en el que su estado de salud ya impedía que pudiera estar presente en este espacio de solidaridad tan lleno siempre de vida.
"Siempre estaba atenta a la persona -insiste la superiora-, a sus necesidades, a sus gozos, a sus alegrías, y lo compartía todo con todos", dice la religiosa que subraya cómo Sor Victoria siempre reconocía en la sonrisa de las personas atendidas el mejor premio que podía recibir. "A las personas que vienen al Comedor les daba mucho más que la bandeja, ponía también su gesto, su sonrisa", completa con la tristeza de perder a un ser querido pero con la alegría de la fe, la esperanza en la Resurrección y la caridad compartida.
Sor Victoria Virués nació en Chiclana el 22 de noviembre de 1925 e ingresó con 21 años en el convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. A Jerez llevaba desde 1986, ayudando en el comedor de El Salvador. "Si algo he hecho bien le doy gracias al Señor. El amor a los pobres actúa en mí y me ha traído a esta ciudad. Desde lo más profundo de mi corazón quiero expresar un agradecimiento muy grande a Dios por esta vocación con la que me siento muy feliz”, dijo cuando fue nombrada Hija Adoptiva de la ciudad.