Medio Ambiente

El muladar de El Picacho, comedor del buitre leonado en la provincia de Cádiz

El anuncio de la modernización de este espacio por parte de la Junta de Andalucía invita a la visita de este espacio en el Parque Natural de los Alcornocales

El muladar de El Picacho, el comedor del buitre leonado en la provincia de Cádiz

Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

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El buitre leonado es la rapaz carroñera con más presencia en parques naturales gaditanos como Grazalema o Los Alcornocales. El término municipal de Alcalá de los Gazules (Cádiz) acoge, por ejemplo, un muladar que se creó con el objetivo de complementar la alimentación natural de las poblaciones de aves necrófagas de Andalucía. Entre las especies beneficiadas se encuentran las aves carroñeras estrictas: junto al mencionado, también el buitre negro, el quebrantahuesos, los milanos real y negro, el alimoche y las águilas real e imperial, algunas de las cuales están incluidas en distintas categorías de amenaza en los actuales catálogos.

Ahora es noticia por la modernización de instalaciones anunciada para este espacio ubicado en El Picacho por la Junta de Andalucía, que da cuenta de los nuevos registros en 2020 en el número de ejemplares y en la gestión de los programas de aves necrófagas en la comunidad autónoma modernizando las instalaciones de este lugar junto a otras inversiones en rincones mediambientalmente ricos de toda la comunidad autónoma. Pero el buitre leonado tiene también otros lugares donde ser observados como las buitreras de Zaframagón, en Olvera, u otros a lo largo y ancho del territorio provincial.

El de El Picacho es ejemplo de esos sitios en los que es posible encontrarlos en bandada, el muladar. Etimológicamente no es más que un lugar sucio, lleno de basura. Muradal en su origen, no era sino lugar próxio al muro exterior de una casa, el lugar donde se arrojaban inmundicias y desperdicios. Hoy en día son zonas acondicionadas específicamente donde se depositan los cadáveres de animales, con el fin de que estas especies necrófagas den buena cuenta de ellos. Asociados a territorios productores de ganadería, se establece una relación mutualista con beneficios tanto para los ganaderos como para la fauna silvestre que se alimenta de ellos.

Con la enfermedad de las vacas locas, los controles sobre estos animales muertos se hicieron más estrictos y se prohibió abandonar las reses muertas en el campo, ni siquiera en los muladares, por lo que estas fuentes de alimento desaparecieron y las poblaciones de aves necrófagas se vieron resentidas. La enfermedad remitió y ya hace años que se hacen aportes a muladares que habían perdido su actividad con lo que las poblaciones se vieron reforzadas en bastantes puntos de la geografía española y andaluza. Y en la provincia de Cádiz no faltan referencias diversas junto a los puntos ya mencionados.

Este mismo año sin embargo, durante el pasado mes de febrero, desde la organización Ecologistas en Acción fue denunciada la privatización de estos comederos de los buitres. Se aseguraba que la Junta de Andalucía se había desehecho de la gestión del muladar de El Picacho para convertirlo, algo que fue negado por la propia Consejería de Desarrollo Sostenible, en "un basurero de despojos cárnicos". Desde la Administración autónoma se confirmó que "la red andaluza de comederos de aves carroñeras está gstionada por Amaya desde su constitución hace 15 años".

Los aportes siguen procediendo de acuerdos con mataderos y empresas gestoras de sandach, y de cotos colindantes durante las monterias, tal y como se venía realizando hasta ahora para beneficio, entre otras rapaces, de estos buitres que tienen en España su mejor casa.