Rocío 2021

Pentecostés inédito y memorable en la plaza de toros de Jerez

Los rocieros hicieron de la necesidad virtud y ofrecieron una celebración espectacular, llena de detalles y con 4.000 personas en ruedo y tendido cumpliendo las medidas sanitarias

Pentecostés inédito y memorable en la plaza de toros de Jerez

Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

No se paladeaba pesadumbre excesiva en la plaza de toros de Jerez de la Frontera al acceso de las alrededor de 4.000 personas que ocuparon el aforo permitido. El Domingo de Pentecostés lo hubieran deseado en la aldea de El Rocío, al aguardo de la presencia procesional de la Virgen en la calle, pero lo que iban a vivir tenía pinta de celebración memorable, hito histórico y espectacular modo de conmemorar la venida del Espíritu Santo.

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Sobre el ruedo, ante los burladeros del tendido 12, dando la cara a la puerta principal, la carreta de plata que Gabella realizara en su día para el simpecado jerezano presidía el acontecimiento escoltada, diez a un lado y diez al otro, por las carretas de las peñas, cuyos papelillos ponían el toque de color. Por delante, la mesa del altar que había de contar con el sacerdote Federico Mantaras, el administrador diocesano de Asidonia-Jerez y la media docena de concelebrantes.

Por detrás, empotrada en el mismo graderío, una segunda carreta, blanca y más sencilla que la principal, guarecía al viejo simpecado que la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío conserva con cariño una vez fuera renovado. En ese frontal, arriba del todo, bajo el reloj de la plaza, el Espíritu Santo era representado en una composición en la que la paloma y las ráfagas eran sugerente referencia a la solemnidad que se celebraba.

SIMPECADOS, REPOSTEROS, PITEROS, PALOMAS...

Y simpecados de las cofradías de Jerez, guirnaldas, reposteros con algunas de las letanías del Rosario, una sillería blanca delineada escrupulosamente en el ruedo con metro y medio entre ellas, piteros en la puerta aguardando la procesión de entrada que provenía de la cercana parroquia de Nuestra Señora de Fátima, el Coro de la Hermandad del Rocío haciendo llegar su cantos a todos... Y la toma de temperatura, distribución de gel hidroalcohólico y llamadas de atención al cumplimiento de las medidas.

La misa solemne cumplió las expectativas haciendo que la cita no dejara de ser lo que se pretendía y manteniendo los signos rocieros a disposición de ser disfrutados pero con un respeto tan exquisito que los presentes salieron del lugar convencidos que la pandemia tenía una botella medio llena que ofrecer. Cuando el año que viene todo pueda, quizá, ser más normal, nadie olvidará lo vivido este domingo por inédito y por memorable.

Las palomas soltadas al vuelo mientras era cantada la secuencia de Pentecostés puso uno de los momentos de mayor emoción. Aunque no se quedara atrás el final de una celebración que se reservaba, tras la acción de gracias, la entrega al jinete, rejoneador y ganadero Álvaro Domecq Romero del título de 'Rociero de Honor'. Su época de hermano mayor es muy recordada, su contribución al inicio del camino por Doñana y aquella faena en la que mató, él solo, toda una corrida a beneficio de la construcción de la casa de hermandad en El Rocío.

ROCIERO EJEMPLAR E HIJO PREDILECTO

De paso, fue anunciada por el hermano mayor, Joaquín Vallejo, la petición formal al Ayuntamiento de Jerez de inicio de expediente instructor para la concesión a "Alvarito", como es conocido cariñosamente por tantos rocieros, de otro título: el de Hijo Predilecto de la Ciudad.

Este Domingo de Pentecostés la cita con lo singular fue en la misma plaza de toros. "Estamos aquí en este nuevo cenáculo en que convertimos este lugar donde pedimos que llegue el Espíritu Santo", dijo en la homilía el administrador diocesano recordando los tres momentos en que éste descendió para el provecho de todos: cuando Cristo lo exhaló desde la Cruz, cuando resucitado mostró sus llagas a los Apóstoles y cuando posó sus llamas sobre la Virgen y los discípulos.

"Que día tan grande es éste de Pentecostés", añadiría Mantaras. Así lo sintieron los presentes, convencidos que se ha tratado de una nueva ocasión en la que el Espíritu Santo se ha hecho presente, entre los rocieros y por ellos para todos los que esperan que pronto sea superada definitivamente la pandemia.

También te pude interesar:

Los 1.820 catequistas diocesanos, expectantes ante el nuevo ministerio laical instaurado

La creatividad rociera propone celebraciones imaginativas del inmediato Pentecostés

'Glorias' y cultos rocieros copan la Pascua aprovechando cuanto permiten las restricciones