Xerez DFC
El Xerez sufre para reencontrarse con la victoria (UD Los Barrios 1-2 Xerez DFC)
Los de Pérez Herrera completaron un muy buen encuentro y vuelven a sumar de tres un mes después
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Había que ganar sí o sí, por lo civil o por lo criminal, y se ganó. El Xerez DFC se trajo los tres puntos de regreso a Jerez en su visita al estadio San Rafael de la UD Los Barrios, en lo que fue la primera victoria lejos de Chapín de la presente temporada. A estas alturas y teniendo en cuenta las aspiraciones xerecistas, se antojaba fundamental romper con la negativa dinámica de llevar más de un mes sin conocer la victoria –desde el uno de noviembre, frente al Arcos CF en la tercera jornada-.
El conjunto xerecista realizó un partido muy completo, dominando y controlando la posesión, y siendo más efectivo en ataque que en otras ocasiones. Esta diferencia de mayor acierto de cara a portería con respecto a jornadas anteriores hizo que el Xerez lograse una victoria vital para no descolgarse de la parte alta y seguir en la lucha por meterse entre los tres primeros.
La faceta más goleadora
La falta de gol ha sido el principal verdugo de los azulinos en lo que llevamos de competición. Frente a la UD Los Barrios, el Xerez volvió a realizar una buena primera mitad en la que, además, se fue ganando al descanso y por más de un gol. Esta fue la novedad. Hasta esta octava jornada, los de Pérez Herrera no habían conseguido anotar más de un gol en ningún partido. Tras los primeros 45 minutos, el marcador del San Rafael reflejaba el 0-2 para los visitantes.
El partido se puso de cara con el tempranero gol de Goma, quien perteneció a la disciplina de Los Barrios. En el minuto cinco, el canterano xerecista aprovechó una pelota que se quedó muerta en el área para adelantar a los visitantes. Goma y su incansable trabajo serían protagonistas del partido en general y también del segundo gol.
El ocho xerecista aprovechó un error de bulto de la defensa local para robar la pelota y adentrarse en el área, donde fue derribado por Ekedo. Máyor, otro de los nombres más destacados, se adueñó enseguida del esférico. Hoy no estaba Bello sobre el césped, habitual tirador de penas máximas, y recayó sobre el delantero aspense la responsabilidad. Hasta ese momento, la tendencia desde los once metros para los azulinos no era nada favorable. Pero la dinámica estaba cambiando y Máyor consiguió aumentar la ventaja en el marcador.
Con el 0-2 en el luminoso, los protagonistas enfilaron el túnel de vestuarios. Además, los xerecistas se marchaban al descanso con la sensación –después de tanto tiempo- de cumplir con sus deberes.
Tocó sufrir
La segunda mitad comenzó con ‘golpes’ por parte de ambos conjuntos. La primera fue para el Xerez. Máyor, que estaba ‘enchufado’, buscaba con ansias e intensidad su doblete. Y a punto estuvo de conseguirlo poco después de la reanudación con un disparo que se fue cruzado. Prácticamente en la siguiente jugada, Richar la tuvo para los locales, pero Camacho logró evitar el gol. A partir de ese momento, los de Pérez Herrera fueron capaces de anestesiar el partido e incluso de disfrutar de alguna que otra ocasión para aumentar la ventaja y terminar sentenciando. Como la que tuvo Javilillo en sus botas, pero la falta de puntería no se esfuma por completo de la noche a la mañana.
No solo se logró materializar la posesión, el dominio y las llegadas en dos goles, sino que el Xerez fue capaz de corregir también sus desajustes defensivos. Los azulinos estuvieron muy seguros atrás, sin mostrar la pasividad o relajación que tan caro costó otrora. Porque es cierto que, de nuevo, en los minutos finales se metió el susto en el cuerpo a los aficionados xerecistas, igual que sucediese en las victorias anteriores. No obstante, el gol vino de un disparo de falta directa que fue un auténtico golazo de Diawara, ante lo que poco pudo hacer Camacho.
Era el 82’ y peligraba la victoria. Tras todo un partido de color azulino, tocaba otra vez sufrir en los compases finales. Pero en esta ocasión, la superioridad xerecista que se vio sobre el césped se acabó reflejando también en el marcador. Además, a los locales se les complicó la posible igualada tras la expulsión de Alberto ya en el descuento.
Tras los cinco minutos de prolongación, el colegiado pitó el final. Fue entonces cuando las sonrisas, camufladas entre las pertinentes mascarillas, se vislumbraron en los ojos de la expedición azulina. Cuánta falta hacía este soplo de aire fresco. Eso sí, el camino es muy largo y aún hay bastantes aspectos que pulir. Esta victoria ha de ser un punto de inflexión que permita a los xerecistas seguir ilusionados. Lo más complicado aún está por llegar y el Xerez DFC debe encararlo con su mejor versión.