"El Año jubilar del Sagrado Corazón es el campo en el que han visto la luz algunos cambios diocesanos"

"Preparamos el comienzo de un nuevo curso pastoral". Así comienza monseñor José Rico Pavés el primero de sus comentarios semanales al inicio de una nueva temporada radiofónica para los programas religiosos de COPE. Así, tanto este viernes en El Espejo de Asidonia-Jerez como pasado mañana domingo en Iglesia Noticias, mantiene el pastor su presencia reflexiva en antena que ya ofreciera durante la anterior. "Como en la vendimia, la cosecha de lo sembrado es el fundamento de lo que está por estrenar", añade el obispo de Asidonia-Jerez que deja atrás un verano intenso marcado, entre otros muchos signos de la incensante actividad también en época estival, por los numerosos nombramientos que han renovado tanto la Curia Diocesana como delegaciones y otras responsabilidades.

El próximo 17 de septiembre realizarán profesión de fe y juramento de fidelidad los nuevos cargos de la Curia Diocesana y el 24 de septiembre, fiesta patronal de Nuestra Señora de la Merced en Jerez, entrará en vigor el Decreto Cor Iesu que la actualiza. Ignacio Gaztelu, vicario general; Luis Piñero, vicario episcopal de Evangelización; David Belmonte, vicario episcopal de Agentes de Pastoral; Miguel Ángel Montero, vicario de Asuntos Jurídicos y Relaciones Institucionales; Lorenzo Morant, consiliario del departamento para el Servicio de la Caridad; Jesús Mula y Virginia Lupiáñez, directores del departamento de Laicos, Familia y Vida, y Luis López-Cuervo, vicecanciller, son algunos de los protagonistas de esa batería de nombramientos que ha dejado este verano en Asidonia-Jerez.

Otros son Antonio Luis Sánchez, rector del Seminario Diocesano; Federico Mantaras, delegado para la Causa de los Santos; José Arjona, delegado de Iniciación Cristiana y responsable del Catecumenado postbautismal, con Carmen Andrades como subdelegada de Iniciación Cristiana y responsable del Catecumenado bautismal, o el carmelita Alejandro Peñalta Mohedano, delegado de Vida Consagrada; María Dolores Martínez, tanto delegada de Migraciones como directora del departamento para el Servicio de la Caridad; Pedro Yedra, delegado de Enseñanza; Y junto ellos el de nuevos párrocos para las jerezanas de San Benito o Madre de Dios, la sanluqueña de Santa Ángela de la Cruz, Nuestra Señora de la O de Chipiona, San Francisco de Arcos u otras en Olvera, El Gastor, Setenil, Torre Alháquime o Ubrique.

"El Año Jubilar del Corazón de Jesús es el campo bendecido en el que ha visto la luz la propuesta de algunos cambios diocesanos destinados a seguir impulsando la tarea evangelizadora", recuerda en su comentario el pastor respecto a aquél que, por dedicación desde la Santa Sede, fue concedido con motivo de la consagración de la Diócesis. De hecho, esa inspiración se proyecta sobre todo lo ocurrido a lo largo de los meses transcurridos de 2022 y así será también para cuanto se pone en marcha durante este mes. Por ejemplo la XXXIII Semana de Teología, que llevará el título 'El misterio del Sagrado Corazón'. "Y para que no nos falte la luz de la Palabra de Dios en nuestro caminar, la liturgia del primer Domingo de septiembre nos recuerda las tres condiciones que Jesús pone para ser sus discípulos", añade en su comentario.

RENUNCIA, CRUZ Y FIDELIDAD A CRISTO

Escucha aquí mismo esta reflexión en la que Rico Pavés se adentra en las mencionadas condiciones. "La primera afecta al corazón y tiene que ver con el amor debido a las personas más cercanas, los miembros de la propia familia" dice insistiendo en que "el discípulo debe posponer a los padres, hermanos, hijos y a sí mismo para amar por encima de todos a Cristo" y añadiendo, sin embargo, que "el Señor no llama a destruir el amor entre los miembros de la familia sino a fortalecer ese Amor desde el amor infinito que sólo Él nos puede comunicar".

"La segunda condición exige unir cruz y seguimiento. Jesús pide abrazar la cruz sólo después de prometer que siempre podremos encontrarle a Él en ella. Por eso cargar la cruz forma parte del seguimiento. Cargar la cruz siguiendo a Cristo implica asumir la adversidad con la confianza de quien se sabe sostenido por una mano más fuerte. Significa saberse capacitado por el Señor para devolver amor a los que nos odian. Significa encontrar alegría en gastarse y desgastarse por salir al encuentro de Cristo en nuestros semejantes. Significa acoger la invitación de Cristo y poner la propia vida en su corazón para reparar con au smor el daño del pecado. Significa, en fin, pedir al Señor la prudencia necesaria para embarcarse con su ayuda en empresas que sabemos de antemano que son superiores a nuestras fuerzas", continúa.

Finaliza esta reflexión monseñor José Rico Pavés señalando que "la tercera condición, en realidad, resume las dos anteriores". "La renuncia a todos los bienes para tenerle a Él como nuestro único bien", aclara. "El discípulo de Cristo sólo puede serlo de Él; cuando preparamos el inicio de un nuevo curso es necesario escuchar la enseñanza de Cristo que nos llama a cargar con la propia cruz y seguirle para ser discípulo suyo". En ello está ya la Iglesia Diocesana, poniendo en marcha un nuevo curso en el que continúan las diversas tomas de posesión que, fruto de los nuevos nombramientos, vienen produciéndose tanto de cargos diocesanos como de nuevos párrocos en las feligresías en las que se han producido estos cambios.

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