Asidonia-Jerez

Vida Consagrada: "Nuestra vocación nos sitúa en el corazón de la Iglesia"

El dominico Fray Juan Carlos González del Cerro pone voz a los religiosos y religiosas que desarrollan su vida contemplativa o de acción apostólica en Asidonia-Jerez

Vida Consagrada: "Nuestra vocación nos sitúa en el corazón de la Iglesia"

Gabriel Álvarez

Jerez - Publicado el - Actualizado

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San Dionisio se pobló de los hábitos que caracterizan los diversos carismas, fundamentalmente los de vida apostólica. Los de la vida contemplativa diocesana podían también tenerse en cuenta desde la comunión en la que, desde sus propios cenobios, también participaban en la celebración de este martes. La Eucaristía presidida por monseñor José Rico Pavés, el obispo de Asidonia-Jerez, contemplaba la Jornada de la Vida Consagrada y unía a toda esta realidad eclesial junto al pastor diocesano y no pocos laicos que quisieron así agradecer a los religiosos y religiosas su oración y dedicación al bien de todos.

Mientras tanto, el dominico Fray Juan Carlos González del Cerro, delegado diocesano de la Vida Consagrada, ya había ofrecido en COPE para 'El Espejo de Asidonia-Jerez' e 'Iglesia noticias', un completo retrato de las muchas comunidades existentes en la Diócesis. Y todo ello partiendo del hecho incontestable de quienes ni mucho menos están apartados del mundo sino implicados en mejorarlos desde sus respectivos carismas y desde la oración. "Nuestra vocación nos sitúa en el corazón de la Iglesia", asegura relatando a nuestra demanda todo ese abanico que completa la presencia en nuestro territorio.

Monjas agustinas, capuchinas, descalzas, clarisas, comendadoras, concepcionistas, dominicas, esclavas, hermanas de Belén, mercedarias y mínimas completan el panorama de la vida contemplativaen Asidonia-Jerez. Los carismas de acción apostólica y entrega a los demás de modo más directo con calasancias, carmelitas, dominicas de Santa Catalina de Siena y del Santísimo Sacramento, esclavas de Cristo Rey y del Sagrado Corazón, auxiliadoras, hermanas de la Cruz, de los ancianos desamparados, de los pobres, de San Vicente de Paúl, de María Auxiliadora, de Santa María del Sagrado Corazón, de Jesús María, Rebaño de María, Sagrados Corazones o siervas de los pobres.

"NECESITAN NUESTRA ORACIÓN"

Por lo que a las comunidades masculinas se refiere no faltan capuchinos, carmelitas, dominicos, lasalianos, franciscanos, hospitalarios, jesuítas, marianistas, maristas, mercedarios, redentoristas, sagrados corazones o salesianos. Todos, ellas y ellos, necesitan ser apoyados asegura González del Cerro: "Sobre todo con la oración, es una responsabilidad de la Iglesia, y en concreto de la diocesana". "Que los que hemos optado por esta vida nos mantegamos fieles a nuestra Iglesia, que haya cada vez más vocaciones en todo este abanico tan rico, que la vida consagrada se pueda mantener, ese apoyo humano, ese apoyo eclesial, ese apoyo sinodal, caminamos juntos", añade.

Monseñor Rico señalaba en su homilía de la celebración de San Dionisio que “cuando Cristo nos ama hasta tal manera experimentamos su cercanía que podemos decir en verdad cargo con nuestra heridas, nos reconocemos en sus propias heridas y así nos vemos confortados y consolados”. Con estas palabras el prelado recuerda una de las acciones de la vida consagrada, el reflejar en la sociedad que el amor de Dios es capaz de traer consuelo a los corazones. Por otro lado, también tuvo en cuenta el valor de seguir la voluntad de Dios aún sabiendo que a veces no es nuestra voluntad así como ser "luz para alumbrar a las naciones" como parafrasseo a Simeón.

La renovación de las promesas de la vida consagrada constituyó, en el seno de esta celebración eucarística, un momento de particular importancia que asumieron todos los religiosos y religiosas presentes en San Dionisio así como, en la distancia física pero en plena comunión espiritual desde sus monasterios, por las religiosas contemplativas.

'SEMILLAS DE ESPERANZA'

'El Espejo de Asidonia-Jerez' se completa esta semana con una invitación desde Cáritas Diocesana a conocer el proyecto 'Semillas de esperanza', una apuesta de varias entidades de Iglesia, en la que también está el Hogar La Salle y la obra social de San Juan de Dios, con la que se pretende dar respuesta integral a las familias vulnerables de la zona oeste de Jerez. De la mano de la responsable de comunicación María José Orellana, es Anabel Montero, representante de Cáritas en esta red eclesial, quien lo explica. Y concluimos con la recomendación del libro 'Don Camilo', de Giovanni Guareschi, que trae al programa desde la Librería Diocesana Asidonia el sacerdote Eugenio Romero, delegado diocesano del Clero.

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