Migas: El secreto para hacerlas bien y rápido

Es uno de esos platos simples pero sabrosos que en invierno tienen especial aceptación por su aporte calórico

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando llega el frío, las migas se convierten en uno de esos platos que señorea en las mesas españolas. Bien en el entorno rural o bien en la teóricamente más sofisticada esfera urbana, en España se comen muchas migas. Pero, claro, no siempre están del todo perfectas ni saben tal y como nos las habíamos imaginado. De hecho, que el pan quede exageradamente seco es uno de los principales errores en esta delicia gastronómica. Aprovechar las sobras en casa pareciera ser una tarea desafiante. Pero cuando vemos que se puede hacer migas de pan, y convertirla en la protagonista de la mesa, ahí es donde entendemos que en la cocina todo se puede. Lo cierto es que, esta receta es versátil, fácil y de bajo costo. Vamos a ver cómo hacerla de forma funcional.

Para unas cuatro personas apenas se necesita: Sal, un chorizo, una cabeza de ajo, aceite de oliva, ocho lonchas de panceta y tres barras de pan duro. Naturalmente, mientras más calidad tengan los productos, mayor tendrá el resultado final. Que el aceite de oliva tenga una acidez adecuada (mejor suave) o que tanto chorizo como panceta sean lo más naturales y caseros posibles potenciará mucho el sabor final. Es necesario también contar con papel absorbente para paliar el exceso de grasa.

El ingrediente más importante de las migas es el pan. Es fundamental que ese alimento esté duro, que sea, al menos, de hace cuatro días. Mientras más duro, mejor sabor, porque cuando lo desmigues en trozos pequeños absorberá más el resto de los sabores, y eso influye en el resultado final.

Hay quien prefiere no añadir agua a las migas, pero muchas veces es necesario. Un poco de agua durante la preparación no sentará mal, sobre todo si se intuye que puede estar seco. Importante remover bien para que no absorban demasiado líquido porque podrían acabar pegándose.

Para la elaboración, lo primero es coger un bol suficientemente amplio para que puedas trabajar sin apreturas. En él se debe agregar el agua fría y el pan duro cortado en varios pedazos y tras empaparlo durante varios minutos se deja escurrir para usarlo después.

Después es preciso dorar los ajos en aceite de oliva. En cuando se caliente la sartén, le colocas las cabezas de ajo desmenuzadas, pero sin cortarlas. Cuando veas que las cabezas han cogido color dorado, incluyes las pancetas y dejas que vayan soltando su grasa.

Una vez que las pancetas estén doradas, es el momento de añadirle el chorizo, cortado en trozos no muy grandes. Seguidamente, procedes a mezclar los ingredientes que tienes en tu sartén, y le agregas su poquito de sal. Asegúrate de que las carnes ya estén cocidas, para que las saques y reserves en papel absorbente.

Es fundamental que se emplee con sabiduría la grasa que ya tienes en la sartén. Ahí es donde debes freír tus migas de pan. Además, así cogerán bastante sabor, ya que ahí fue donde cocinaste las pancetas, el chorizo y el ajo. Ojo: el pan no tiene que durar tanto rato en el fuego, porque lo dejas mucho tiempo se seca, y eso no es lo que se quiere. El punto es justo cuando se aprecia que se está dorando.

En tus manos está rematar el plato de manera más sana… o más sabrosa. Puedes sacar las migas y ponerlas en papel absorbente o bien dejarle su grasita. Una vez hecho -o no- este proceso es preciso devolverlas a la sartén y mezclar todos los ingredientes por última vez durante diez minutos máximo. Se sirve caliente y se come con toda el hambre que se tenga. Buen provecho.