La Virgen de la Caridad de Guadalcázar lucirá el capote de Finito de Córdoba como manto en su salida

El próximo 15 de agosto, la Virgen de la Caridad, patrona de Guadalcázar y alcaldesa perpetua del municipio, saldrá en procesión con un manto especial, confeccionado a partir del capote de paseo donado por el reconocido torero Finito de Córdoba. Este manto, que ha sido elaborado con gran esmero por Rafaela Luque, una vecina del pueblo, ya ha sido bendecido en un emotivo acto que contó con la presencia del torero y de su madre, María del Carmen Pineda, oriunda del municipio. La donación del capote por parte de Finito de Córdoba, cuyo verdadero nombre es Juan Serrano, representa no solo un gesto de devoción personal hacia la Virgen, sino también un lazo profundo entre el torero y la comunidad de Guadalcázar.

El capote, un elemento cargado de simbolismo en el mundo taurino, ha sido transformado en un manto que ahora se convierte en un símbolo de la fe y la tradición del pueblo. Durante la bendición, el torero expresó su orgullo por contribuir de esta manera a la veneración de la Virgen de la Caridad, una imagen que ha sido testigo de la historia y los milagros en la localidad. La historia de la Virgen de la Caridad es rica en leyendas y milagros, y su veneración ha sido una constante en Guadalcázar durante siglos. Según la tradición, la imagen de la Virgen procedía de Flandes y llegó al municipio gracias a Cristóbal Ruiz de Zuheros, un escribano de la villa.

La esposa del escribano deseaba fervientemente tener una talla de la Virgen, y en un viaje a Granada, cerca de Pinos Puente, un peregrino le entregó la imagen. Durante años, la Virgen fue guardada en la casa de la familia y expuesta en Semana Santa en el hospital, siendo sacada en procesión. Con el tiempo, la imagen fue pasando a otros miembros de la familia, consolidándose como un objeto de devoción en la comunidad. Los milagros atribuidos a la Virgen de la Caridad y al Santísimo Cristo de la Salud han sido documentados por varios escritores, entre ellos el padre jesuita Martín de Roa, el carmelita Francisco de Santa María y el propio San Juan de la Cruz, quien cayó gravemente enfermo en Guadalcázar. El cronista local, Francisco Aguayo, ha recopilado algunos de estos milagros en sus escritos, destacando eventos asombrosos que han reforzado la fe de los habitantes.

Uno de los relatos más impresionantes habla de un caminante que se dirigió a un campesino cerca de Guadalcázar, instándole a que se venerara con mayor fervor a la Virgen. Otro milagro notable narra la historia de un catalán que, usando muletas, visitó la imagen de la Virgen y, tras su visita, pudo caminar sin ayuda. Asimismo, se cuentan otros milagros donde personas impedidas recuperaron la capacidad de andar, y en una procesión celebrada en 1640, un niño gravemente enfermo fue sanado. Sin embargo, uno de los milagros más impactantes sucedió en presencia del alguacil y de una persona previamente curada de forma milagrosa. Según el relato, el Santísimo Cristo de la Salud inclinó su cabeza ante la imagen de su madre, la Virgen de la Caridad, en un gesto que dejó perplejos a todos los presentes.

La devoción por la Virgen de la Caridad y el Santísimo Cristo de la Salud ha trascendido los límites de Guadalcázar, extendiéndose a pueblos cercanos e incluso a la ciudad de Córdoba. Durante años, han sido innumerables las visitas que ambas imágenes han recibido para su veneración, consolidándose como un faro de fe para la región.

La procesión de la Virgen de la Caridad y el Santísimo Cristo de la Salud se celebrará el próximo 15 de agosto a las 9 de la noche, donde el pueblo de Guadalcázar se reunirá en torno a su patrona, acompañándola en una manifestación de fe y tradición que perdura en el tiempo. Este año, el manto confeccionado a partir del capote de paseo de Finito de Córdoba añadirá un nuevo capítulo a la historia de devoción de Guadalcázar, simbolizando la unión entre la tradición taurina y la fervorosa religiosidad del pueblo.