Una noche con Beethoven y la Orquesta Nacional de España en el Palacio de Carlos V
Bajo la dirección de David Afkham se ofreció un concierto que mostró el gran nivel de la ONE
Granada - Publicado el - Actualizado
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Fotos: Festival de Granada - Fermín Rodrígiuez
La Orquesta Nacional es uno de los pilares más sólidos del Festival de Granada desde sus primeras ediciones. Este año, cuando las circunstancias han aconsejado sustentar la programación en orquesta españolas, la presencia de esta formación musical, ha tenido una doble justificación.
Quien conozca lo que significa interpretar un instrumento o dirigir, sabe que se convierte en un ejercicio de gran esfuerzo físico, además de creativo. Es habitual que muchos artistas acaben empapados en sudor. Por tanto, trabajar con mascarillas, supone valor añadido. Salvo los vientos, la totalidad de los que subieron al escenario lo hicieron llevando este elemento protector. Es fácil imaginar que conforme avanzaba la sesión, que además se desarrolló sin descanso, su labor fuera más compleja.
Beethoven
En este 250 aniversario del nacimiento de Beethoven, donde se pretende ofrecer en diferentes formatos la integral de las sinfonías para piano del célebre compositor, ayer el programa estuvo íntegramente dedicado a él. Las obras seleccionadas no requerían una plantilla muy amplia, aunque como viene siendo la nota habitual, dada la distancia de seguridad, prácticamente ocupaba todo el escenario, por motivos de seguridad. Por esto mismo, los vientos aparecían protegidos por unas mamparas. Todo ello no permitía ofrecer el sonido habitual, pero las circunstancias son las que se imponen.
David Afkham
Durante sus conciertos en el Festival, la ONE se ha presentado con sus dos últimos directores titulares. Primero Josep Pons, bien conocido en Granada, y a ayer su titular, David Afkham, alemán de origen turco, joven y reputada batuta, aunque en su actuación no utilizara ese elemento. Con sus manos fue conduciendo el concierto.
Brillante Leonara 2
El comienzo resultó brillantísimo. La Obertura Leonora 2, una de las escritas para la única ópera compuesta por Beethoven, Fidelio, sonó con fuerza y brío, equilibrada en sus matices. Parecía imposible obtener un resultado de este nivel, en las condiciones excepcionales descritas.
Dos sinfonías
Después llegaron un par de Sinfonías. La Segunda de Beethoven, en la que el autor todavía no había destapado la totalidad de su genio creativo, es una obra bellísima, en la que ya se describe su talento. La reacción del público estuvo marcada por cierta frialdad. No se llegó a una máxima conexión. Entre otras cosas, en el patio de butacas también se usa la mascarilla.
Por último la celebérrima Quinta, una obra compleja si se desea ofrecerse en toda su magnitud. El esfuerzo para lograr la interpretación fue titánico y mostró, como sucedió durante todo el concierto, el elevado nivel de la Orquesta Nacional de España y de su actual director titular.
No faltó una anécdota en el concierto. Comenzó media hora después de los previsto, debido a la lluvia que descargó durante la jornada de ayer.
Doble programa para este miércoles con estreno
La propuesta para la jornada de hoy es doble. El Patio de los Mármoles del Hospital Real (22 h.), acoge la interpretación de las cinco sonatas para violonchelo y piano de Beethoven, con lo que se incide en su aniversario. Estará a cargo de Adolfo Gutiérrez (violonchelo) y Christopher Park (piano). Y en el Teatro del Generalife (22,30 h,) se estrenará Gugurumbé, una producción de Accademia Piacere que trata de analizar la influencia en las danzas de barroco hispano, de los ritmos africanos llegados desde América y su posterior relación con el flamenco. Un concepto que se podría enmarcar en el concepto de mestizaje. La coreografía es de Antonio Ruz y en el elenco de artistas, que se incluye música en directo, destaca la cataora Rocío Márquez, que ya participó en uno de los primeros conciertos del Festival en esta edición.
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