SOCIEDAD
La razón por la que en España tenemos dos apellidos y en otros países no
Cada país adopta una forma especial de apellidar a los recién nacidos aunque es una medida que, en España, cuenta con siglos de tradición y en constante evolución.
Huelva - Publicado el - Actualizado
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Alguna vez te habrás preguntado por qué tienes el apellido de tu padre y de tu madre. Quizá te hayas preguntado también por qué los británicos, alemanes o norteamericanos solo nombran un apellido e incluso, en Estados Unidos, las mujeres adquieren el apellido del marido cuando contraen matrimonio.
¿Somos los españoles 'raritos' con los nombres? En países vecinos, los recién nacidos han recibido tradicionalmente un solo apellido.
Nos tenemos que remontar a unos cinco siglos de historia, aproximadamente hasta la época del cardenal Cisneros porque él fue el primero en intentar que tuviéramos cierto orden en una época de desorden y caos.
ORDEN EN UN CAOS
Hasta principios del XVI lo habitual era que cada persona cargase con un nombre de pila y un genitivo, una especie de apodo que estaba relacionado con su lugar de origen o de familia y que, básicamente, servía para identificarla. Esto era un problema también en una administración compleja para los registros porque, dos hermanos se podían apellidar igual si habían nacido en ciudades distintas. Un problema.
En 1501 se instituyó esta medida a través del propio cardenal Cisneros que afirmó que cada persona recibiría el apellido de su progenitor de forma obligatoria y fue el primero paso para que hoy compartas apellidos con padres y hermanos..
Ya en el siglo XVI, el uso del doble apellido fue calando entre la clase alta de Castilla, sobre todo, e de buen linaje y que se resistía a ver cómo una de sus marcas de familia se podría perder. Con el paso del tiempo fue calando entre el resto de la población del país.
Hasta la primera mitad del siglo XIX nos debemos remontar para asegurarnos que lo del doble apellido era ya habitual entre los ciudadanos españoles aunque todavía estaba sin regular. Para que su situación empezase a institucionalizarse habría que esperar hasta mediados del mismo siglo cuando se incluye por primera vez en el registro oficial. Que se convirtiese en la norma exigió sin embargo algo más de tiempo: no llegó hasta el Registro Civil de 1871.
Su aplicación vía ley se confirmó ya definitivamente dos décadas después, con el Código Civil de 1889. Aquel texto recogía en su artículo 114 que los hijos tienen derecho a ambos apellidos, el del padre y la madre. Práctica similar se encuentra en otras latitudes, como países de habla hispana.
EVOLUCIÓN ACTUAL
Ahí no queda definitivamente el final de la historia de los dos apellidos en nuestro país porque hace años, un cambio legal, se permitió romper la pauta que dictaba que el primer apellido correspondía al padre y el segundo al de la madre. Desde entonces, los progenitores pueden elegir qué apellido va antes.
A lo largo de los últimos años, en países como Italia o Francia se han dado pasos también para que los hijos puedan incorporar sus dos apellidos. En el país galo, por ejemplo, hay un movimiento llamado 'Porte mom nom' para que los recién nacidos reciban ambos apellidos de forma automática. En Suecia la situación es totalmente opuesta pues prima el apellido de la madre.
Una historia cargada de años y que, como prácticamente todo en la vida, va cambiando y evolucionando con el paso del tiempo.