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El método infalible para enfriar tus cervezas en cinco minutos

Con la llegada del verano apetecen las bebidas frías. Una de ellas es la cerveza pero hay muchas ocasiones en las que su temperatura no es la adecuada ¿como enfriarla sin esperar?

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Antonio Agudo

Jaén - Publicado el

1 min lectura

Vaya por delante que la cerveza, al igual que cualquier otra bebida alcohólica, debe tomarse siempre con moderación, nunca excederse en su ingesta y procurar tomarla a una temperatura adecuada. No es raro, ya que estamos sufriendo los primeros zarpazos del tórrido verano y sus olas de calor, que en la nevera no tengamos bastantes cervezas frías para nosotros o para nuestros invitados y necesitamos enfriarlas con rapidez sin tener que esperar varias horas a que la nevera haga su trabajo.

Dicen que de la necesidad hacemos virtud y ésta nos aguijonea para aguzar el ingenio. Las ganas de tomarse una verveza bien fría es algo que ayuda mucho a alumbrar ideas y una de ellas es eludir tomar cerveza tibia, uno de los grandes temores de los amantes de esta bebida espumosa.

Así que fruto de esa necesidad han surgido ideas y trucos que nos ayudarán a enfriar rápido la cerveza sin tener que recurrir a sumerjir las latas o botellines en un arroyo o río cercanos o sacarlos al fresco de la terraza. Además con estos consejos evitaremos, otra de esas cosas que dan tanto coraje, meter las botellas en el congelador, que se nos olviden, y que las botellas se rompan cuando su contenido se vuelva sólido .

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SAL

Uno de los trucos para alcanzar el objteivo es coger las botellas y latas y sumergirlas en aguia, hielo y sal y comenzar a remover. Esto ocurre porque la sal, para disolverse en el agua, necesita calor y el hielo le impide tomarlo del agua así que la "obligamos" a que el trasvase de temperatura se haga desde los botellines. Así se enfriarán mucho más rápido gracias a este proceso que los científicos llaman “endotermia”

PAPEL

Este consejo funciona con gran rapidez. Es simple y muy barato. Basta envolver el envase que queremos enfriar con una servilleta de papel o de rollo de cocina. Lo mojamos y metemos en el frigorífico. El papel se solidifica rápidamente y al abrazar el envase hará de nevera personalizada para nuestro botellín. En pocos miuntos tendremos el aperitico a la temperatura deseada