España se convierte en la gran almazara mundial

Varios son los factores que han contribuido en la campaña, recién acabada de producción de aceite de oliva, para que España sea más líder en el sector oleícola mundial. Por un lado la entrada en producción de las plantaciones de olivar intensivo y superintensivo que se han venido llevando a cabo, sobre todo en las provincia de Córdoba y Sevilla, en fincas que permiten una rápida recolección con una mecanización total de la recogida y la consiguiente reducción de costes.

Por otra parte y cómo en cualquier otro cultivo la climatología ha tenido un protagonismo fundamental para sacar, o no, adelante las cosechas. En la campaña 18-19 las lluvias fueron suficientes y cayeron en los momentos adecuados lo que permitió que los árboles apenas sufrieran estrés hídrico y arrojarán numerosos frutos y de notable calidad. Tanto es así, y este es otro factor importante en la producción final del aceite, que la aceituna recolectada ha dado un muy buen rendimiento graso de casi el 21% de media (es decir que por cada cien kilos de aceituna molturada se extraen 21 kilos de aceite de oliva).

Todo ello ha situado la producción final española en casi 1'8 millones de toneladas. Una cifra de récord en los últimos años y que según los expertos podrían quedarse corta en futuras campañas ya que se apunta que el olivar español seguirá mejorando su capacidad productiva. El peso del aceite de oliva español en la presente campaña es, además, primordial ya que el resto de países productores de la cuenca mediterránea han tenido cosechas muy a la baja. Aún así el aceite español servirá de almazara mundial para dar respuesta a la demanda internacional.

España es el principal país productor y exportador de aceite de oliva del mundo, con un total de 2,7 millones de hectáreas de olivar productivo, más del 90 % destinadas a la obtención de aceite. La productividad es la más alta de los 64 países productores (Entre 544 Kg. de aceite por hectárea en olivar tradicional y 720 Kg. en eficiente en seto), en 575 mil explotaciones de olivar con una producción media de 1,3 millones de toneladas de aceite de oliva (70 % de calidad virgen o virgen extra). En el ejercicio actual las exportaciones de aceite de oliva se estiman en más de 3.000 millones de euros, un 15 % del total de exportaciones agroalimentarias nacionales, solo por detrás de las de cereales y hortalizas. El sector supone el 0,6 % del PIB nacional, y da trabajo directo a más de 220 mil personas (casi el 1 % de la población activa y el 29 % de los trabajadores agrícolas). Si incluimos el empleo indirecto, las cifras ascienden a 1,3 millones de empleos (5,7 % de la población activa).

La principal región productora de aceite es Andalucía con casi el 80% del total español. La comunidad autónoma cuenta con 1,56 millones de hectáreas repartidas entre alrededor de 170.000 explotaciones, según los datos del censo agrario, además de 844 almazaras, 657 envasadoras de aceite, 40 orujeras, 13 refinerías, 219 entamadoras y 115 envasadoras de aceituna. La mayor superficie de aceituna para almazara se encuentra en Jaén (586.000 hectáreas), donde se localizan hasta 327 almazaras, 233 envasadoras, 14 orujeras, dos refinerías y siete entamadoras.

La producción andaluza a finales de abril se cifraba en 1.454.841 toneladas y en ese mes salían al mercado 788.349 toneladas. En otras comunidades y provincias productoras como Cataluña, Aragón o Extremadura, se ha vendido ya un amplio porcentaje del aceite producido (teniendo en cuenta que sus producciones son de 20.500, 11.200 y 72.682 toneladas producidas en total, respectivamente), mientras que en Castilla La Mancha han salido unas 100.000 toneladas de las 181.000 producidas según datos, al mes de abril, de la Agencia de Control de las Industrias Agroalimentarias y a falta de sumar las cifras del mes de mayo.