SUCESOS
Dos policías salvan la vida a un bebé que no respiraba: "Al llegar pensamos que vaya marrón"
Uno de los agentes relata en COPE Málaga cómo socorrieron a la pequeña, de tan solo un mes de vida, en el barrio de Pedralejo
Málaga - Publicado el - Actualizado
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La pasada madrugada un residente del barrio de Pedralejo salió a la calle a pedir ayuda porque la hija de sus vecinos no respiraba. Se encontró con una patrulla de la Policía Nacional que, en ese momento, estaba realizando labores de prevención de delincuencia y se dirigía a un bar porque un hombre se quería marchar sin pagar, pero este incidente les obligó a detenerse.
Uno de los agentes, Rubén Segura, ha pasado por los micrófonos de COPE Málaga para relatar cómo vivió esos minutos en los que su intervención y la de su compañero, Oliver Gómez, fueron esenciales para salvar la vida de la pequeña.
“Íbamos a otra llamada y, de camino, nos para un señor y nos comenta que ha bajado una mujer con un bebé en brazos diciendo que no respiraba”, explica Segura, que recuerda la situación como “bastante tensa” y lo primero que pensó cuando llegó al escenario fue que "vaya marrón" tenía por delante.
Al llegar a la vivienda los agentes observaron que la pequeña, efectivamente, no respiraba y que la tonalidad de su piel era de color morado. Sus padres, que habían contactado con el 061 e intentaban seguir las indicaciones de un técnico al teléfono, se encontraban bloqueados por los nervios.
CÓMO SE COORDINARON
En ese momento, los agentes tomaron las riendas. Rubén Segura coordinó la situación siguiendo las pautas del 061 y la llegada de la ambulancia, que según ha contado “también fue muy rápida”. Mientras, su compañero le practicaba el masaje cardiaco a la pequeña y el padre, a la vez, le insuflaba el aire.
El agente explica cómo vivió esos instantes y confiesa que, ante un momento así, no hay ninguna clave, sino que “te pones a tirar de experiencia y de años de servicio”.
Además, ha relatado la complejidad de la situación porque "los padres estaban bastante nerviosos", hacía mucho calor en la vivienda y todo se desarrolló en una habitación muy pequeña.
Pese a los muchos años que llevan a sus espaldas los dos agentes, Segura explica que nunca se termina de estar acostumbrado a vivir momentos como ese: “Cada situación es diferente, por lo que nunca estás entrenado”. “Tirando de experiencia y enseñanzas la niña salió para adelante, que es lo importante”, añade, aunque reconoce que para él “fueron minutos, pero parecían horas”.
Una vez que los agentes vieron que la niña recuperaba su tonalidad normal y que comenzaba a respirar tras un ligero ronquido, se dieron cuenta de que la situación saldría bien.
LA FAMILIA
El policía confiesa que tiene ganas de volver a saber de la familia: “Tenemos ganas de ponernos en contacto con ellos”. Todavía no han podido hacerlo porque no han parado de trabajar. De hecho, nada más abandonar la vivienda, volvieron a patrullar las calles, intentando que el momento de tensión que acababan de vivir no les afectara en el resto de su jornada. “Tienes que pasar página y seguir a lo tuyo. Es lo que tiene la profesión”, relata en COPE Málaga el agente.
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