SEVILLA

Las quemaduras solares repetidas son el principal factor de riesgo ante el melanoma

La exposición solar mantenida en determinadas profesiones dan lugar a quemaduras que generan los tumores de piel más frecuentes: carcinomas escamosos y melanomas

Laura Cascajosa

Sevilla - Publicado el - Actualizado

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Es importante recordarlo cada verano, aún más si las redes sociales se llenan de charlatanes que dan recomendaciones erróneas entre los jóvenes, e incluso peligrosas, sobre tomar el sol. Los dermatólogos lo dicen a boca llena, “el sol no es nuestro enemigo, lo son las quemaduras solares”. Y si estas quemaduras se repiten en el tiempo o la exposición solar es habitual, porque se trabaja al aire libre o deportistas que están expuestos de forma constante, la precaución debe ser mayor.

Desde la Unidad de Dermatología del Hospital Universitario Virgen Macarena alertan de que la piel acaba perdiendo la capacidad de reparar el daño producido por el sol. David Moreno, jefe de esta unidad advierte que “con las quemaduras se da lugar a mutaciones en las células de la piel que nuestro cuerpo tiene capacidad de reparar pero llega un momento que es tan repetitvo que se pierde, cuando esas quemaduras son tan numerosas y repetitivas, las alteraciones genéticas que crea sí pueden dar lugar al desarrollo de carcinoma en la vida adulta".

Diez de cada cien mil habitantes padece melanoma cada año en provincia Sevilla. Por eso, el doctor Moreno defiende que lo importante no es tratar de evitar la exposicion al sol si no que esa exposición sea saludable y sobre todo, que a partir de cierta edad se vigilen las manchas o lunares. “Aquellas personas que tengan muchos lunares y observe que alguno crece o cambia de color deben consultar con su médico, especialmente a partir de los 40 años cuando ya no deben nacer lunares nuevos; o si detectan una lesión pigmentada que también debe ser tratada”.

¿Quiénes deben estar más vigilantes para evitar melanoma? Especialmente personas que tengan antecedentes familiares, de pelo rubio, ojos y piel clara, o que tengan muchos lunares o pecas. Desde el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen Macarena alertan de que la exposición intermitente también da lugar a quemaduras cutáneas, especialmente, durante la infancia, generando los tumores de piel más frecuentes: carcinomas escamosos y melanomas.

Detección precoz

Su detección precoz es clave para lograr una mayor tasa de curación. El hecho de que se trate de una afección detectable a simple vista permite su abordaje temprano. Normalmente se trata de tumores que no necesitan una prueba diagnóstica de imagen. "Es visible con la propia observación, y de ello hacemos uso en la teledermatología, donde revisamos las imágenes fotográficas que nos remiten desde Atención Primaria". Para confirmar esa sospecha, posteriormente se procede a la remisión de una muestra al Servicio de Anatomía Patológica que finalmente confirmará su naturaleza.

En aquellos casos en los que la situación deviene en cáncer, la cirugía es la primera opción. Sin embargo, cuando se ha demorado el diagnóstico y el melanoma no es operable, una de las principales vías son los tratamientos sistémicos: la inmunoterapia y las terapias diana. Procedimientos terapéuticos que buscan estimular el propio sistema inmunitario y sea él mismo el que acabe con la enfermedad.

"Fotoprotección factor 50, uso de gorra o sombrero durante el verano y evitar exposiciones prolongadas" son algunos de los consejos que desde el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen Macarena dan a la población para mantener una saludable relación con el sol.