El aviso de una nutricionista para elegir el mejor yogur en tu cesta de la compra: más beneficioso y barato

Todos podemos ahorrar unos euros al hacer la compra en el supermercado si tenemos en cuenta algunos trucos

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Ir al supermercado se está convirtiendo para muchos consumidores en una tarea complicada. No solo por la subida de precios. También por cuestiones como elegir entre la amplísima oferta que tienen los comercios y las novedades que cada cierto tiempo aparecen en las estanterías.

Además, la actual tendencia a cuidar lo que comemos incorpora un elemento más para detenerse a pensar qué metemos en el carrito de la compra.

En los últimos años, los supermercados han visto cómo ese aumento significativo en la oferta de productos saludables y funcionales se ha extendido por todas las secciones. Una de ellas es la de alimentos tipo postres lácteos. Entre los más populares se encuentran el kéfir, el yogur, el bífidus y una variedad de productos enriquecidos con proteínas.

¿Pero sabemos realmente qué son, para qué sirven y cuál de ellos es mejor consumir? ¿Qué tendencias pueden beneficiar nuestro bienestar y cuáles son una moda pasajera?

Qué son y qué diferencias existen entre los nuevos productos

Aunque muchos de esos nuevos productos pueden tener beneficios, hay consumidores que cometen errores al comprarlos. Lo primero es saber qué son cada uno de ellos.

El kéfir es un producto lácteo fermentado con un alto contenido de probióticos, conocido por mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, el error más común al comprar kéfir es no leer las etiquetas. Muchos productos etiquetados como kéfir contienen azúcares añadidos y otros aditivos que pueden contrarrestar sus beneficios. Es crucial optar por versiones naturales y sin azúcar.

El bífidus, también conocido como yogur con bifidobacterias, es otro producto popular por sus beneficios para la salud intestinal. Sin embargo, muchos consumidores no se dan cuenta de que no todos los yogures con bífidus tienen la misma concentración de estas bacterias beneficiosas. Algunos productos pueden contener una cantidad mínima que no proporciona los beneficios esperados. Al comprar bífidus, es necesario buscar productos que especifiquen la cantidad de bifidobacterias por porción.

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El yogur ha sido un alimento básico en muchas dietas durante décadas. Actualmente, existen numerosas variantes en el mercado, desde el yogur griego hasta el yogur de coco. Un error frecuente es no diferenciar entre los distintos tipos de yogur. Por ejemplo, el yogur griego tiene un contenido más alto de proteínas y menos lactosa que el yogur regular, pero también puede contener más grasa. Es importante elegir el tipo de yogur que mejor se ajuste a las necesidades nutricionales y gustos personales.

La tendencia de consumir productos enriquecidos con proteínas ha crecido enormemente, especialmente entre aquellos que buscan mejorar su rendimiento deportivo o perder peso. Sin embargo, un error común es no considerar la fuente de las proteínas. Algunos productos enriquecidos con proteínas pueden contener proteínas de baja calidad o estar llenos de aditivos y edulcorantes artificiales. Es esencial leer las etiquetas y seleccionar productos con proteínas de alta calidad, como el suero de leche, la caseína o las proteínas vegetales.

Leer las etiquetas y entender lo que contienen los productos para no pagar el doble

Irene Caballero es Experta en Nutrición y ha aclarado algunas dudas en COPE Sevilla sobre estos nuevos alimentos que encontramos en los supermercados.

Según la experta, el kéfir es en realidad “uno de los alimentos más antiguos que hay, se usaba desde el Cáucaso hace casi más de tres mil años”.

Son unos gránulos que encontramos cuando se fermenta la leche y que “son como la coliflor, tiene una textura gelatinosa, con ese kéfir se produce kéfir en agua y también con leche”.

La única restricción es que no lo consuman las personas “inmunodeprimidas, que toman inmunodepresores o corticoides”, pero pueden tomarlo cualquier persona sana.

Imagen de archivo

En cuanto a los llamados “yogures altos en proteínas, su ingrediente fundamental es el queso fresco, que se puede comprar de manera independiente”.

Tienen alrededor de 9 gramos de proteína, mientras que un yogur normal tiene unos 5 gramos. Y aunque tienen más poder saciante “también tienen alto contenido en azúcares y es un producto más procesado o más ultraprocesado porque requiere añadir esas proteínas a un proceso de fermentación posterior”.

Y un detalle más, según Irene Caballero, lo que “más me llama la atención” de estos productos es a nivel de coste, “porque cuesta más fabricarlo” y el precio “suele ser incluso el doble, pagarás el doble que por un yogur griego, por ejemplo que es mucho más beneficioso”. Así que en su opinión, para ahorrar en la cesta de la compra y adquirir un producto beneficioso, mejor optar por kéfir y yogur griego.

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