Los errores que cometes al usar el microondas y trucos para evitarlos

El microondas es un pequeño electrodoméstico pero muy versátil que sirve para mucho más que calentar un vaso de leche.

Lo habitual es que sea nuestro recurso para poner a punto un determinado alimento que ya hemos preparado hace unos días y que ahora queremos calentar.

O que recurramos a él cuando necesitamos descongelar urgentemente alguna carne o pescado.

Para entender mejor el uso del microondas y evitar cometer errores debemos saber que este electrodoméstico utiliza la polaridad del agua del propio alimento como recurso para la cocinarlo.

Por tanto hay alimentos que son especialmente adecuados para el microondas y otros en los que debemos adaptar la temperatura o el tiempo para que queden perfectos.

Estos son los trucos para sacarle el máximo partido al microondas

El primer error que cometemos al usar el microondas es creer que la temperatura debe ser siempre la máxima sea cual sea el alimento que vayamos a calentar y que se puede calentar el alimento de una vez sin intervenir en el proceso.

Nada más lejos de la realidad. No es lo mismo calentar una carne guisada que un pisto de verduras, o una taza de caldo. Muchas veces además cuando empezamos a comer notamos que el alimento echa humo pero está en unas zonas caliente y en otras completamente frío.

El mejor truco para lograr un buen resultado es remover nuestra comida. Es decir calentar , detener el proceso, remover y terminar el tiempo programado para poner a punto el alimento antes de su consumo. De esta manera lograremos una temperatura uniforme de nuestra comida.

El siguiente asunto que debes tener en cuenta es el tipo de recipiente a utilizar. Todos sabemos que en el microondas no podemos introducir elementos de metal. La mejor opción según los expertos es el cristal, aunque los recipientes de plástico tipo fiambrera son también adecuados. En cuanto a la forma, ¿cuál es el mejor recipiente para calentar o cocinar comida? Pues dicen los expertos que recipientes redondos.

No sólo porque va a girar mejor en el plato o bandeja del microondas sino también porque la cocción se realizará de manera más uniforme.

EL motivo es que en los recipientes de forma cuadrada las esquinas se calientan más rápido, mientras que en los redondos, todas las áreas logran una misma temperatura.

Y ojo, no olvides tapar tus recipientes al calentar la comida para mantenerla protegida de las ondas electromagnéticas que emite el aparato.

Dicen quienes más saben de cocina que cuando cocinamos por ejemplo la carne es mejor añadir la sal al final del proceso y no al ponerla en la sartén o en la plancha.

Pues resulta que con el microondas ocurre exactamente lo mismo. Añadir la sal antes de cocinar nuestro alimento es un error porque afecta a las características organolépticas de la comida debido a que al calentar los alimentos ya sazonados, la parte superior puede quedar más seca. El motivo es que la sal puede retener parte del agua que contiene la comida. Para evitarlo lo mejor es añadirla una vez calentado el plato.

La mayoría de las personas piensan que el microondas no precisa de cuidados especiales. Que sólo es necesario limpiar si se producen salpicaduras. Pero lo cierto es que nos equivocamos al creer que no es necesario nada más. Porque lo cierto es que la manera más correcta de actuar es limpiando el microondas una vez al mes.

La mejor forma de hacerlo es llenar con agua un vaso apto para nuestro pequeño electrodoméstico. Después le agregamos unas rodajas de limón o bien una cucharada de vinagre blanco.

A continuación sólo tendremos que introducir el vaso, dejar a temperatura alta durante tres minutos y esperar hasta que veamos que se ha generado vapor en el interior del microondas. Entonces con un paño húmedo podremos limpiar el interior.

Con estos trucos sacarás el máximo partido a tu microondas y verás cómo mejoran los resultados de los alimentos que pones en tu mesa después de pasarlos por este pequeño aliado de cualquier cocina.

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