SAN ESTEBAN

La Salud del Señor mira a Sevilla

La Hermandad de San Esteban, tras el cierre de su templo, coloca el Señor de la Salud y Buen Viaje para que Sevilla vea su rostro

Tras el cierre de su templo, la Hermandad coloca el Señor de San Esteban para que Sevilla vea su rostro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Son pequeños gestos que, en estos momentos tan duros de dificultad e incertidumbre, tienen un enorme valor para los sevillanos. Las hermandades de la ciudad continúan mostrando lo profunda que son sus raíces y la cercanía que tienen con todo lo que significa Sevilla.

Uno de estos gestos los conocíamos hace unas pocas horas cuando, ante la situación excepcional que vivimos y al quedar la Iglesia de San Esteban provisionalmente cerrada al culto tras el decreto dictado por el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo, la Hermandad del Martes Santo, con el permiso del rector del citado templo, ha cambiado la tradicional posición de su titular, Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, en su capilla y “se ha girado para que sus fieles y devotos puedan contemplar de frente su dulce rostro”. De esta manera, todos los vecinos y personas que transiten por la calle San Esteban porque no tengan más remedio que salir a la calle, “eleven sus plegarias apreciando mejor las huellas de su pasión”.

Tras el cierre de su templo, la Hermandad coloca el Señor de San Esteban para que Sevilla vea su rostro

Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje

La imagen del Señor, de autor desconocido, es titular de la Hermandad de San Esteban y reúne las características de estilo de la imaginería de mediados del siglo XVIII, sin embargo, el hecho de que su cabeza sea de barro cocido, mientras que el resto del cuerpo es de madera tallada, hace pensar que éste último se esculpiese para completar el busto que sería de época anterior y cuya ejecución podría fecharse a principios del siglo XVI.

Hay autores, por tanto, que defienden la idea de una intervención en dicho siglo XVIII en la imagen ya que está documentada una intervención en el templo, pudiendo aprovecharse ésta para adecuar la imagen al nuevo gusto imperante en la época. Según el profesor José Roda Peña, la escultura puede relacionarse formal y estilísticamente con un ‘Ecce Homo’ conservado en el convento de Santo Domingo el Antiguo de la ciudad de Toledo y que procede del desaparecido monasterio de Santa María de las Dueñas de Sevilla.

Debió ser en el siglo XVIII cuando se le incorporó el cuerpo de madera tallada revistiéndose con una clámide de tela encolada y pequeños motivos florales estofados, igualmente parece que sería en este momento cuando se incorporaron las cinco lágrimas que prestan a su rostro ese aire de tristeza y profunda humanidad que le caracteriza.

La iconografía de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje nos muestra al Redentor sentado sobre un sitial del pretorio, una vez terminado el suplicio de la flagelación, coronado de espinas, cubierto con una clámide púrpura y entre sus atadas manos, una caña en forma de cetro como atributos de su realeza.

Es esta una de las imágenes pasionistas más originales y significativas de las que procesionan en la Semana Santa sevillana, originalidad que le viene dada por una serie de elementos distintivos como el ser la única imagen del Señor que tiene lágrimas de cristal o su mirada fija y entornada que denota una gran concentración interior y finalmente un detalle que puede parecer anacrónico respecto al momento pasional que representa, como es el hecho de que presente esas profundas heridas en las rodillas, que iconográficamente siempre han representado las imágenes cristíferas como consecuencia de las caídas sufridas en el camino hacia el Gólgota, si bien sería posible que se las produjeran posibles caídas durante la flagelación.