La Plataforma NAC convoca el 4 de febrero en Huesca una manifestación contra la caza

Partirá desde la Plaza Navarra, para promover y concienciar sobre el fin de la caza y en particular la caza con perro

ctv-wxx-caza-foto

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La Plataforma NAC (No a la caza) convoca el 4 de febrero en Huesca una manifestación contra la caza, que partirá desde la Plaza Navarra, para promover y concienciar sobre el fin de la caza y en particular la caza con perro.

Huesca será una de las 46 ciudades españolas en las que a las 12,00 horas tendrá lugar esta manifestación, a la que también se han unido 25 ciudades internacionales. La Plataforma no a la Caza lamenta que España es el único país de la Unión Europea donde aún está permitida la caza con perros y sostiene que la decisión en el último momento de excluir a estos animales les deja en una “indefensión total” y en una situación, si cabe, peor que anterior a la normativa, ya que “los cazadores ahora se sienten con más poder, sabiendo que se puede legislar ya que por un momento estuvieron en el borrador y los sacaron”.

La Plataforma argumenta que desde hace catorce años, miles de personas salen a la calle para mostrar el rechazo a la caza, al coincidir con el final de la temporada de caza los galgos o podenco, son ‘descartados’ al final de la temporada, “siendo abandonados, asesinados o manteniendo a los animales en situaciones terribles”. En este punto, lamenta que estas razas son especialmente castigadas por el “tiempo de vida útil” que tienen, y las formas de acabar con los individuos que ya no quieren son especialmente crueles. “Criadores ilegales y cazadores mantienen realas enteras en bunkers, zulos, cuevas e instalaciones de difícil acceso o poco transitadas, lo que les convierte en seres invisibles, excluidos de cualquier consideración estadística”.

Estas prácticas en las que se usan perros como herramientas de caza se han convertido en uno de los principales motivos de abandono de perros en España.

En su opinión, “los daños al medio se unen a la masacre animal en un cóctel perfecto que asesina la biodiversidad, destruye el equilibrio natural y convierte los campos en factorías de dianas vivas, listas para ser vendidas al mejor postor” y “la sobrepoblación deja de ser una razón que justifica la caza para constituirse en su consecuencia interesada”.