¿Cómo ha cambiado la Ofrenda de Flores a lo largo de la historia?
La Ofrenda a la Virgen del Pilar ha sufrido cambios a lo largo de su historia para ser cada vez más multitudinaria
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar ha sufrido cambios y modificaciones a lo largo de su historia para hacerla más vistosa y multitudinaria. Los miles de participantes de este 2022 contrastan con la Ofrenda de 2021 que se tuvo que celebrar con aforo reducido debido a la pandemia. Así, se paso de los 300.000 oferentes de la edición de 2019 a apenas 20.000.
LA OFRENDA A LO LARGO DE LA HISTORIA
Antes de esa modificación obligada por la situación sanitaria, la Ofrenda a la Virgen ha ido sufriendo variaciones a lo largo de su historia. Las primeras ofrenda, de forma muy modesta, comenzaron tras ser terminada la Basílica del Pilar en 1872. Cada 12 de octubre se llenaba de flores el camarín de la Virgen en la Capilla. A mediados de los años 50, el concejal Manuel Rodeles, presidente de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento, propuso hacer algo similar a lo que se hacía en Valencia con la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
La idea salió adelante y en una de las fachadas de la Basílica se dispuso un pequeño altar con una réplica de la imagen de la Virgen del Pilar. Para animar a esa primera participación, se regalaron 20.000 claveles a los ciudadanos. El manto y el altar quedaron rápidamente cubiertos.
El gran cambio que sufrió la Ofrenda de Flores fue en 1998 y corrió a cargo del cineasta Bigas Luna. A partir de ahí, la Virgen pasó a situarse sobre una gran columna en el centro de la plaza del Pilar. De esta manera, el número de participantes podría ser mayor y, a su vez, el manto estar confeccionado por más flores.