El Real Zaragoza despide la temporada y la grada de Gol Sur con una nueva decepción en casa (1-1)

Santi Mouriño adelantaba al conjunto aragonés en el minuto 60, pero un tanto en propia puerta de Alejandro Francés propició el empate final del Albacete en un insípido partido

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Jesús Zamora

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

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Las emociones derivadas de la despedida del Gol Sur de la Romareda fueron lo único que quedará para el recuerdo de un final de temporada que, en lo deportivo, acabó en la noche de este domingo con un insípido empate a uno entre el Real Zaragoza y el Albacete, dos equipos que no se jugaban ya nada y así se plasmó en un encuentro sin ritmo ni tensión competitiva.

El conjunto aragonés culminó así la temporada con una nueva decepción en su estadio y cerró con sabor amargo un curso que comenzó de manera brillante y que acabó siendo, una vez más, una agonía.

Tanto el técnico, Víctor Fernández, como la plantilla querían ofrecer a la sufrida afición 'blanquilla' una victoria que evitara salir del último encuentro de la temporada con un regusto amargo de un estadio que comenzará este verano las obras de la construcción de la nueva Romareda con la demolición del Gol Sur. De hecho, no había lugar a rotaciones y la alineación fue todo lo titular que permitían las numerosas bajas.

Pero, como ha venido ocurriendo toda la campaña en casa, el equipo zaragocista fue incapaz de ganar, a pesar de adelantarse en el marcador con un gol del defensa Santi Mouriño en el minuto 60. Los manchegos lograron empatar en el minuto 88 con un afortunado tanto, ya que un balón de Higinio fue desviado a su propia portería por Alejandro Francés. Era el último tanto que veía ante sí la grada del Gol Sur.

Tras el pìtido final, sí hubo pitada por la nefasta temporada a los jugadores por parte de una afición paciente y benévola que hasta ese momento no había mostrado su descontento durante el desarrollo del partido.

Y es que el equipo aragonés ha sido de los peores del curso en su estadio, donde ha presentado, tras la igualada ante el conjunto manchego, un pobre balance en casa de 7 victorias, 6 empates y 8 derrotas en 21 encuentros certificando su pobre rendimiento en su estadio del que tampoco ha podido abstraerse en el cierre de la campaña 2023-24.

Además, la cifra de puntos sumados en casa este curso liguero es la menor de las once temporadas que el conjunto zaragocista lleva de forma consecutiva en Segunda división, otra nota negativa para despedir un año para olvidar.

Por contra, el Albacete culmina el curso invicto en las últimas ocho jornadas, con cinco victorias y tres empates, que le han permitido no sufrir para mantener la categoría.

Ambos conjuntos disputaron una primera parte plácida en la que se notó que no había nada en juego para ninguno y en la que la mayor posesión visitante no conllevó ninguna ocasión de peligro.

El conjunto manchego tuvo el esférico más tiempo en su poder, pero sin crear peligro sobre la meta zaragocista ya que no fue capaz de rematar entre los tres palos ni una sola vez ni tampoco conectar disparos peligrosos.

Por contra, el conjunto aragonés, con menos posesión, sí fue capaz de llegar algo más a la meta de su rival aunque sin ningún remate claro que pusiera en apuros a Diego Altube.

Demasiada rigidez en los esquemas para un partido intrascendente en el que nadie quería descubrirse, lo que evitó acciones que pusieran emoción al juego.

Tras el descanso el conjunto zaragozano salió con más brío y empuje que el Albacete e intentó abrir el marcador con sendos remates de Maikel Mesa y Santiago Mouriño que se marcharon ligeramente desviados.

El segundo de ellos, en un saque de esquina en el minuto 59, fue el preludio del gol que abrió el marcador, que llegó un minuto más tarde, también desde el córner, y que fue conseguido por el defensa uruguayo.

Mouriño aprovechó la falta de contundencia de la zaga visitante para, después de varios intentos de despeje, meter el pie en el área chica y batir a Altube.

El tanto zaragocista cambió la dinámica del partido ya que el Albacete se estiró más y eso propició un juego más dinámico de ambos conjuntos.

Los manchegos volvieron a hacerse con el dominio del esférico y, a diferencia de lo ocurrido en los primeros 45 minutos, llegaron con más peligro al área local.

Primero fue un gol anulado por fuera de juego a Higinio Marín por muy poco, en el 75, y cuatro minutos después el meta Edgar Badía salvó a su equipo tras un gran disparo de Agus Medina.

La insistencia visitante tuvo su premio en el 88 aunque acompañada de una importante dosis de fortuna porque un intento de pase de Higinio al corazón del área zaragocista fue desviado por Alejandro Francés a las mallas de su propia portería para equilibrar el marcador.

Real Zaragoza 1: Edgar Badía; Mouriño, Francés, Jair, Fran Gámez; Marc Aguado (Terrer, m.61), Jaume Grau; Mollejo (Juan Sebastián, m.82), Maikel Mesa (Manu Vallejo, m.61), Liso; e Iván Azón (Sergi Enrich, m.46).

Albacete Balompié 1: Altube; Alvaro Rodríguez (Carlos Isaac, m.70), Djetei, Ros (Manu Fuster, m.86), Jonathan Silva; Pacheco (Fidel, m.70), Olaetxea (Higinio, m.70), Rai Marchán, Medina; Quiles y Juanma (Pedro Benito, m.80).

Goles: 1-0. M.60. Mouriño. 1-1: m. 88, Francés en propia puerta.

Arbitro: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a Jaume Grau, del Zaragoza, y Alvaro Rodríguez, del Albacete.

Incidencias: partido correspondiente a la última jornada de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 24.000 espectadores. Realizó el saque de honor Ramón Vila, que fue el jugador que anotó el primer gol en la inauguración de La Romareda en 1957.