Linares de Mora: belleza y calma en uno de los pueblos más bonitos de Teruel
COPE sigue descubriendo los lugares más bonitos de España que tenemos en Aragón y esta semana hace parada en la provincia turolense

Descubrimos Linares de Mora (Teruel)
Zaragoza - Publicado el
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En lo más profundo de la Sierra de Gúdar, en la provincia de Teruel, emerge con dignidad y encanto Linares de Mora, un pequeño municipio que acaba de ser reconocido como uno de los Pueblos más Bonitos de España.
Pero, a diferencia de otros destinos que corren tras la modernidad y el bullicio, aquí la vida transcurre con otra cadencia: la del silencio, la piedra antigua y la memoria viva de sus calles empedradas.
"Linares se disfruta de verdad sin prisa", comenta Florencio, vecino que lleva más de medio siglo viviendo en el pueblo. Y no le falta razón. Desde lo alto del mirador de la ermita de Santa Ana, el viajero comprende en seguida que este lugar no se mide en tiempo, sino en sensaciones.
La guía local Salomé Bielsa, voz amable y conocedora incansable de cada rincón, nos conduce en un recorrido que parece detener el reloj.
"Lo primero que sorprende al ver Linares desde el mirador es cómo se adapta a la montaña. Las casas se disponen en forma de ele, abrazando la ladera, y todas ellas mantienen una estética muy cuidada. Casas encaladas, blancas, con teja árabe de color rojizo", explica Salomé, señalando con orgullo la estampa.
tejas con historia
"La teja árabe no solo es un elemento decorativo. Forma parte de la historia de la arquitectura popular turolense", añade.
El paseo por Linares continúa por sus calles estrechas, acogedoras y cargadas de historia. Desde la parte baja del pueblo, en la entrada, se encuentra el antiguo lavadero, un punto de encuentro tradicional.

Una de las callejuelas de Linares de Mora.
"Era donde antiguamente se venía a lavar. También el punto de encuentro de los vecinos de Linares de Mora cuando aún no había teléfonos", dice Salomé.
una torre peculiar y exenta
Subiendo por la Calle Baja, llegamos al corazón espiritual de Linares: la iglesia de la Inmaculada Concepción. Lo peculiar de este templo es su campanario, completamente separado de la nave principal.
"Es una torre exenta. Eso llama mucho la atención porque no es habitual. Además, su interior guarda una Cruz Procesional del siglo XV y conserva parte de los lienzos de la antigua muralla", explica.
Precisamente, esa muralla y sus portales son otro testimonio vivo del pasado defensivo del municipio. "Linares está en una zona limítrofe, entre varias comarcas y comunidades. Históricamente eso la convirtió en un lugar estratégico. Por eso la muralla fue tan importante", explica Salomé. "Y su conservación ha sido posible gracias al esfuerzo de los vecinos. Aquí la gente se implica en el mantenimiento del patrimonio".
el castillo de linares de mora
La visita culmina en el castillo, que corona el pueblo desde lo alto. Aunque sus muros están parcialmente derruidos, conserva la imponencia de su pasado medieval.

Panorámica de Linares de Mora (Teruel).
"Sigue siendo un símbolo. Y junto al castillo, no hay que perderse el puente medieval que cruza el río Linares. Otro ejemplo más del rico legado de este pueblo", concluye Salomé.
Linares de Mora no es solo arquitectura ni paisaje; es un estado de ánimo. Sus árboles monumentales, sus senderos señalizados, su cercanía con la estación de esquí de Valdelinares… Todo suma a una oferta que aúna lo natural, lo cultural y lo humano.
Entrar en Linares de Mora es, en definitiva, cruzar un umbral hacia otra forma de entender la vida. Y ahora, con su recién estrenado reconocimiento, se coloca en el mapa no para cambiar, sino para seguir siendo lo que siempre fue: un refugio de paz y belleza. Uno de esos lugares que no se visitan, se descubren.