Delegación de Defensa en Asturias recupera el busto de la reina Isabel II

Es mucho el patrimonio que atesora la Fábrica de Armas de la Vega, y no solo relacionado con la industria de las armas y su fabricación, sino también patrimonio artístico como un retrato de Francisco Franco pintado por Paulino Vicente que en su día estuvo en el cuartel de la entrada. Del recinto fabril salió también el sepulcro de Doña Gontrodo, madre de la reina Doña Urraca, sepulcro que hoy se puede visitar en el Museo Arqueológico de Asturias, en Oviedo.

Quizá uno de tesoros que más llama la atención es un busto de la reina Isabel II, fundido en hierro y salido del taller de Bertrand. Un busto que data del año 1857 y que se encontraba a la intemperie en la fábrica con lo que la capa de óxido ya empezaba a ser importante. El busto es la imagen de una reina jóven, con tan solo 17 años y en el que además se puede observar el impacto de un disparo durante la Guerra Civil. Hay otro busto de la reina española en la calle Ramón y Cajal, hecho en bronce, una obra de Francisco Pérez del Valle, data de 1846 y fue fundido en el Taller de Fundición de la Fábrica de Armas de Trubia. Un busto que refleja a una reina con más edad.

El busto recuperado de la fábrica de La Vega ya luce en el hall de la Delegación de Defensa, propietario de la escultura, ubicada en la Plaza de España, en Oviedo. Ahora, la intención es quitarle la capa de óxido y rehabilitarlo. La reina Isabel II era conocida como “la de los tristes destinos” o “la reina castiza”, fue reina de España entre 1833 y 1868, llegó a tener doce hijos, de los que solo cinco superaron la niñez. Murió en París el 9 de octubre de 1904 a la edad de 73 años.