Juan Carlos Lora: "En el año 1983 tardábamos ocho horas en llegar en tren a León"

El veterano ferroviario ha sido homenajeado, junto a otros compañeros ya jubilados, por su trabajo desarrollado como maquinista en antiguo trazado de la rampa de Pajares

Eduardo González

Gijón - Publicado el - Actualizado

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La apertura de la Variante de Pajares ha recortado el viaje entre Gijón y León en una hora. Es una mejora considerable que ya están notando los viajeros y los maquinistas. Hasta ahora, el trazado que se utilizaba era el de la rampa de Pajares. Una infraestructura que supuso toda una revolución allá por el año 1884, a finales del siglo XIX, ya que permitía dar salida a las mercancías por el Puerto de Pajares, pero que en el Siglo XXI lastraba la velocidad de crucero para los viajes que se realizaban entre Madrid y Gijón.

La opinión de todo un experto

Los viajeros pueden hacer comparativas sobre los tiempos que se invertían antes, y los que se necesitan ahora, pero los que mejor pueden dar cuenta de la mejora son los maquinistas. Uno de ellos es Juan Carlos Losa: en el año 1981 ingresó en la empresa RENFE como ayudante de maquinista. Había viajado muchas veces en tren, de Asturias a León, pero ir en la parte delantera del convoy, era muy diferente. "No es lo mismo ir de pasajero que llevar una locomotora, en la parte delantero del tren de mercancías. Las sensaciones eran diferentes y se trataba de un viaje complejo por una rampa que tenía muchas más dificultades que las aportadas por la nieve del invierno", recuerda Juan Carlos.

Ocho horas para llegar a León

Los recuerdos de Juan Carlos Losa sobre su época de maquinista están llenos de nombres de destinos y anécdotas. "En aquella época los gráficos de servicio estaban mezclados, mercancías y viajeros. Podías hacer el famoso Rápido a León y El Correo, que salían por la tarde, o llevar un mercante de la antigua Ensidesa, desde Trasona, o de otros productos", rememora el veterano maquinista.

Tiene la memoria muy fresca y recuerda exactamente algunos servicios con mercancías que le llevaban ocho horas, desde Avilés a León. "En aquellos años 80 yo me acuerdo de salir de Trasona con mercancía y echar hasta las ocho horas para llegar a León. Porque como en aquella época había mucha circulación, te paraban a hacer cruces en Malvedo o en Valliniello, y estabas allí una hora parao. En total echábamos ocho horas con el mercante", recuerda Juan Carlos, junto a una antigua locomotora del Museo del Ferrocarril de Asturias.

El tesoro de la rampa de Pajares

Ahora se abre el debate si cerrar definitivamente la Rampa de Pajares o dejarla para uso turístico. Juan Carlos Losa es de lo que apuesta por el mantenimiento de la histórica infraestructura. De hecho, siente una doble emoción cuando se le pregunta por la apertura de la Variante de Pajares. Celebra, por un lado, que se mejoren las comunicaciones, pero por otro siente "un poco de pena porque me trae recuerdos de toda una vida y de mi historia laboral en RENFE. Esperemos que no cierren la rampa porque por ella pasamos muchos años y tengo muy buenos recuerdos" afirma Juan Carlos Losa, echando la vista atrás.

La rampa de Pajares se inauguró el 15 de agosto de 1884. Es un trazado de unos 42,7 kilómetros de recorrido con una pendiente y unos radios de curva que no permiten superar los 90 kilómetros por hora, como velocidad máxima, y en muchos tramos obligan a circular a 20 y 30 kilómetros por hora. La rampa se inicia en territorio astur, después de la Estación de Puente de Los Fierros, y finaliza a la salida del túnel que se conoce popularmente como el túnel de "La Perruca", en la parte leonesa.