Recuperación

Aitor Sanz encuentra ayuda oviedista

El excapitán azul recibe el apoyo de Santi Cazorla, cuyo ejemplo le inspira para volver a jugar año y medio después de su grave lesión. 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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“Estoy mejor, casi no tengo dolores, cada vez voy haciendo más cosas”, dice Aitor Sanz mientras su hijo grita en casa, como si celebrara las palabras del padre, que no juega al fútbol desde el 9 de marzo de 2018. Fue el día de la visita del Real Oviedo al Heliodoro Rodríguez López, quince meses atrás. “Cosas del destino”, piensa el centrocampista, excapitán azul, ilusionado ante el reto de volver a ser futbolista. 

El tendón de Aquiles no ha podido con Aitor Sanz, que lo ha pasado "mal, muy mal”. “Al principio, el tratamiento conservador iba bien. Pero el tendón no estaba preparado y no pude incorporarme con el equipo. Fue un palo muy duro. Paré otros cinco meses. Pero siempre lo he afrontado con ganas y la ilusión de volver”. 

En Oviedo se puso el brazalete, contra el Real Oviedo comenzó la etapa de tortura y en la capital de Asturias surgió la comunicación con Santi Cazorla. “Gabri, el 'fisio', fue quien me puso en contacto con Cazorla. 'Llámale, que es muy buen tipo y te va a ayudar', me dijo. Le llamé. Me recomendó ir al médico que le operó en Vitoria, el doctor Mikel Sánchez. Y con él todo ha ido muy bien. Han hecho un gran trabajo conmigo”, explica el capitán del Tenerife. 

La recomendación de Cazorla fue decisiva. También su apoyo al otro lado del teléfono. Y, por supuesto, verle jugar con el Villarreal y la selección española. “Ha conseguido darle la vuelta a la situación. Es un ejemplo para cualquier deportista. Su caso fue aún más complicado que el mío, y ha sido capaz de superar la lesión con toda su fuerza de voluntad, sin perder las sonrisa, y recuperando su mejor nivel”, cuenta Aitor Sanz con admiración. 

El exjugador azul derrocha energía. “Es que el fútbol me gusta demasiado. Si puede ser a nivel profesional, mucho mejor; pero si no, quiero recuperarme para poder tener una vida sana y deportiva. Y disfrutar del fútbol, al menos, con los amigos. Por eso me tengo que recuperar bien”. Aunque su reto va más allá. “La idea es hacer la pretemporada. No sé si voy a poder aguantar 5 ó 6 'entrenos' seguidos, porque son sesiones con mucho volumen de trabajo. Pero a ver cómo reacciona el cuerpo, me estoy preparando para ello. Dar el nivel que tenía antes de la lesión es el objetivo que tengo. Hay que superar las dudas, el sufrimiento”. Y regresa el ejemplo de Cazorla. “Sin perder la sonrisa, con toda la ilusión del mundo”. 

Si se confirma su recuperación, “volver a jugar un partido en el Tartiere sería doblemente especial”. Aitor Sanz, quince meses después, va muy en serio: “Tengo más ilusión que cuando tenía 20 años. Tengo mucha más. Quiero volver a disfrutar en un campo de fútbol”.