SANIDAD

Canarias ordena el uso de mascarillas en los centros sanitarios a partir de este martes

La norma, que tiene carácter transitorio mientras dure el pico epidémico de infecciones por gripe y coronavirus, afectará a hospitales, centros sanitarios y sociosanitarios

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Gobierno de Canarias ha ordenado el uso obligatorio de la mascarilla en todos los centros sanitarios a partir de este martes, 9 de enero, pese a que este lunes el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó posponer al miércoles la toma de una decisión general en todas las regiones.

Con esta medida Canarias se suma a otras comunidades autónomas en las que ya se ha decretado la obligatoriedad de la mascarilla en los centros sanitarios, ha recordado este lunes la Consejería de Sanidad.

Hasta ahora la utilización de mascarilla era una recomendación de uso en todos los centros del Servicio Canario de la Salud desde mediados de diciembre y ahora pasa a ser de uso obligatorio.

La norma, que tiene carácter transitorio mientras dure el pico epidémico de infecciones por gripe y coronavirus, afectará a consultorios periféricos, centros de salud y los hospitales públicos y privados de toda Canarias.

Esta medida se debe al crecimiento de las infecciones respiratorias agudas en toda España y para tratar de frenar la cadena de contagios, además de para proteger a los profesionales sanitarios y a las personas que acuden a los hospitales y a los centros de salud del archipiélago para evitar que contraigan alguna infección respiratoria.

Además, durante la reunión telemática de este lunes, Canarias abogó por consensuar una estrategia de prevención de infecciones respiratorias para evitar situaciones de tensión sanitaria en las próximas temporadas de gripe.

Como complemento a la obligatoriedad del uso de la mascarilla en hospitales y centros de salud, la Sanidad canaria también insiste a la población en la importancia de mantener las medidas de protección necesarias en caso de presentar síntomas compatibles con la gripe o la covid-19 para evitar poner en riesgo de contagio a la población más vulnerable.

En este sentido, se recuerda que si se presentan síntomas como tos, fiebre, malestar general, dolor de garganta, congestión y secreción nasal, entre otros, y para evitar la transmisión del virus a otras personas, las principales medidas preventivas recomendadas son: usar mascarilla cuando se vaya a compartir el espacio con otras personas, incrementar la ventilación de las estancias, realizar higiene de manos con frecuencia, taparse la boca y la nariz al estornudar o toser con el brazo o con un pañuelo de papel, utilizar pañuelos desechables, tirándolos tras cada uso, evitar el contacto muy cercano con personas vulnerables y no compartir objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.

Sanidad recuerda la necesidad de vacunarse contra la covid y la gripe

La Dirección General de Salud Pública, además, recuerda la importancia de la vacunación contra la gripe y la covid-19 como principal herramienta para prevenir cuadros graves de estas infecciones en caso de contagio y evita la coexistencia de las dos infecciones en una misma persona, minimizando la gravedad de la enfermedad en el paciente y el estrés al sistema sanitario.

Además, se insiste en que la vacuna es el medio más eficaz para evitar, contraer o transmitir la gripe, especialmente, en aquellas personas que tienen riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la enfermedad y en el personal que resulta esencial para la comunidad como el sanitario y los cuidadores de mayores o dependientes.

Cada año, se establecen las recomendaciones de vacunación frente a la gripe en otoño-invierno para aquellos grupos de población con mayor riesgo de complicaciones en caso de padecer la infección, y en las personas que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones.

El objetivo de la vacunación contra el coronavirus es reforzar la protección de las personas más vulnerables y la del personal sanitario y sociosanitario para reducir la morbimortalidad por el virus SARS-CoV-2 y el impacto de esta enfermedad sobre la capacidad de la atención sanitaria y sociosanitaria.