Fallece de covid el poeta grancanario Justo Jorge Padrón

En Madrid, a los 77 años. Fue premio Canarias de Literatura

Fallece de covid el poeta grancanario Justo Jorge Padrón

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El poeta, ensayista y traductor Justo Jorge Padrón falleció ayer en Madrid, víctima de la Covid-19, a los 77 años. La muerte del oriundo de Las Palmas de Gran Canaria fue anunciada por su esposa, Kleopatra Filipova, a través de sus redes sociales, en un sentido escrito:

“Se acabó. Se me fue el amor de mi vida, mi único marido, mi compañero de viaje. Después de 35 años, 24 horas al día juntos, el maldito COVID nos separó para siempre en el Hospital de la Paz de Madrid. Se nos truncó el futuro, se nos quedaron muchos proyectos sin acabar. Pero te prometo, mi amor, que lucharé siempre por defender tus sueños, por expandir tu gran poesía que hizo felices a tantos lectores en el mundo entero. Hasta el último momento lucharé con entusiasmo por tu valiosa obra. Tu nombre estará siempre escrito con letras de oro en el mundo de la literatura internacional. ¡Que las estrellas te acompañen e iluminen tu camino hacia la eternidad, mi amor!”

El poeta fue muy galardonado a lo largo de su trayectoria. Recibió el Boscán del Instituto de Estudios Hispánicos de Barcelona; el Premio Internacional de la Academia Sueca; las de medallas de Oro de Bruselas y de la Cultura China; el Internacional de Literatura de Sofía; el Fastenrath de la Real Academia Española; el Europa de Literatura o el Premio Internacional de Triste, entre tantos otros. Más de 60 premios obtenidos en cinco continentes.

Una obra traducida a 44 idiomas. Además del, por supuesto, Premio Canarias de Literatura, reconocimiento que obtuvo en 1997. Como anécdota queda su paso por los premios Nobel de Literatura, donde recogió el galardón que había ganado Vicente Aleixandre, al no poder este acudir a la gala por problemas de salud.

OBRA LITERARIA

Justo Jorge Padrón gozó de una prolífica trayectoria literaria, con una obra poética compuesta por los títulos Solo muere la mano que te escribe, Los rostros escuchados, Oasis de un cosmos, Los círculos del infierno, Escrito en el agua, El arte del poema, Fulgor de Macedonia, Cuando las lilas vuelven a florecer y Poema a Kleo, publicado este último en 2020 y dedicado a su esposa, Kleopatra Filipova, quien en su escrito en redes sociales escribió “Envíame de vez en cuando un poema con todo el amor que me demostraste en vida”.

En su formación poética destacan también diferentes libros que influyeron de manera notable en su estilo, como Elegías de Duino, de Rainer Maria Rilke; La destrucción o el amor, de Vicente Aleixandre; Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda, y Romancero gitano, de Federico García Lorca, según palabras del propio Jorge Padrón.

Su poesía destacaba por su carácter sustantivo y de síntesis, equiparando en importancia al lenguaje, la emoción, el concepto filosófico y el libre albedrío de la imaginación. Igualmente, destacó en su vida como ensayista, y escribió libros como Panorama de la narrativa islandesa contemporánea, La poesía nórdica de posguerra, Tú eres la Tierra, libro de Mimmo Morina, y Esta alegría te pertenece.

También destacó como traductor, especialmente de literatura escandinava. En su trayectoria destacan más de 150 libros, con 25 poemarios y 27 ensayos, entre otros muchos. Entre sus últimas obras están Poesía completa, 1965-2000 (2000), Hespérida. Canto universal de las Islas Canarias (2005), Hespérida II. La gesta colombina (2008), El latido del mundo, Antología (2010), así como El arte del poema (2015), considerado por Justo Jorge Padrón como su mejor obra y que abarca un solo poema de mil trescientos versos.

Su reconocimiento fue tal que fue publicada por la Editura Universul de Rumanía en cuatro idiomas simultáneamente: español, rumano, inglés y ruso. En 2019 publicó el tercer volumen de la saga Hespérida, conjunto de diez epopeyas de más de 100.000 versos sobre la historia del mundo.

Jorge Padrón fue un importante literato de la generación de los setenta, que reflejó en su poesía emotiva y sintética los sentires humanos que en sí mismo se escondían.

Incluso, el sentir ante la muerte, en ese Eros que ya le vislumbraba al final de los días, y que plasmaba en su poema El Eros de la muerte, que buscaba destacar la pulsión de vida detrás del fallecimiento.

Crueldad, quiero tu lengua, tu inteligencia oculta

de perversión feroz y a la deriva,

contaminada en las maquinaciones

del placer que enmudece, despertando

la insidia y el peligro de tu experiencia única.

Qué enjambre de caricias en el nudo

con el que aún reclamas la posesión suprema.

Seguir, merodear de forma subrepticia

hasta ir descubriendo este delirio

atroz que se enardece por entrar y expandirse

en el fuego del daño y el desmayo.

Impaciente deseo tu cuerpo cenagoso,

maduro como el vicio que a sí mismo corrompe

con su olor a azahares ultrajados,

a estrellas que en el vino se disuelven.

En él presiento el odio que palpita

en su voltaje oscuro de noche y de marea,

por alcanzar la sangre, cuando el beso

insaciable la busca y la aniquila.

Ah, sombría violencia fascinada,

que encuentras tu destino en la tensión mortal

con que dos cuerpos duros se engastan, se penetran

hasta la raíz misma de sus limos,

allí donde la furia es la pasión

y el miedo de no ser el fulgor de la muerte.

Jorge Justo Padrón, El Eros de la muerte. DEP