SOCIEDAD

28 familias de Gáldar, en riesgo de ser desahuciadas por una estafa

Lidia González, vecina de la comunidad de La Marisma, asegura que ya han mandado la citación judicial para desahuciar 8 viviendas. "No sabemos cuándo nos puede tocar"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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78 personas, de las cuales 32 son menores, podrían quedarse en la calle próximamente debido a una estafa que sufrieron a principios de año en un edificio de Sardinas del Norte en Gáldar. 28 familias buscaron un alquiler asequible en enero y se pusieron en contacto con un supuesto promotor que les dio las llaves de cada vivienda a cambio de una fianza de 100€. Les informó de que al cabo de unas semanas les entregaría el contrato y acordarían las condiciones de alquiler atendiendo a sus necesidades. Sin embargo, no volvió a ponerse en contacto con las familias y se encuentra en paradero desconocido.

Ahora, las familias han descubierto que el edificio La Marisma es propiedad de un banco y están en una situación precaria. A 8 de las viviendas ya les ha llegado la citación judicial para que desalojen las viviendas antes del próximo día 15 de junio y los vecinos están desesperados.

Lidia González es una de las vecinas. Ella vive junto a su pareja y sus 5 hijos y asegura que no puede irse de esta vivienda porque no puede hacerse cargo de un alquiler al uso. “Nosotros no queremos estar aquí gratis ni mucho menos, si nos ponen un alquiler social o algo que podamos asumir lo pagaremos”, ha señalado en los micrófonos de COPE Gran Canaria.

Pero el banco no se ha puesto en contacto con los afectados para informarles si aceptan o no sus condiciones. “Nos han engañado y ahora nos quieren dejar en la calle”.

Desde el Sindicato de Inquilinas han compartido esta denuncia en redes sociales lanzando un mensaje de SOS, ya que estas personas que no tienen recursos para alquilarse otra vivienda van a ser “echadas a la calle”.

“Hemos formado una familia bastante grande y nos ayudamos entre todos. La citación es para 8 viviendas, pero nunca sabes si te va a tocar mañana o pasado”, lamenta Lidia.