Salir del domicilio familiar para empezar un nuevo proyecto de vida es cada vez más complicado para los jóvenes canarios que quieren acceder a su primera vivienda, o vivir de alquiler. En el segundo caso, las condiciones que establecen los propietarios pueden parecer un abuso para cualquier persona promedio. La falta de viviendas, los alquileres vacacionales, el crecimiento poblacional, y el coste de la vida son factores que han contribuido negativamente a una oferta insuficiente que no cubre la demanda.

María es una joven tinerfeña que fue entrevistada hace unos meses en el programaHerrera en COPE Tenerife. En la entrevista con Guillermo García, contó la situación que vivían ella y su pareja, que recorrieron el sentido inverso al que deseaban. Pasaron de vivir de alquiler en un apartamento en el sur, a residir temporalmente en la casa de sus suegros.

Unos meses más tarde, hasta llegar a la actualidad, María sigue en una situación similar. "Ha sido imposible para mí, porque los precios suben cada mes". Entre los requisitos que le piden, se encuentran una antigüedad en la empresa de varios años, unos ingresos superiores a los 2.000 euros, o ser funcionaria.

Si los alquileres tienen tantos condicionantes para elegir a sus inquilinos, ¿las viviendas cumplen con el tipo de arrendatario solicitado? Desgraciadamente, ya no sorprende a nadie la cantidad de anuncios que se publicitan en portales de vivienda e internet, donde hasta una tienda de campaña, se puede alquilar desde 200 euros la semana. Situación que, por cierto, encontró María en su búsqueda de piso.

La joven se sintió identificada con la manifestación del 20-A donde encontró a más personas que reclamaban un cambio a las administraciones públicas: "Necesitamos una regulación ya para los jóvenes que no tenemos opción de independizarnos y de comenzar con nuestras vidas". Un problema que seguirá presente mientras no se apueste, entre otras cosas, por la construcción de vivienda.