Del cuerpo pera al cuerpo manzana: claves para flexibilizar nuestro metabolismo

Cuando Isabel Belaustegui llega a los estudios de la cadena COPE en Cantabria estoy hincándole el diente a una napolitana de chocolate, recién horneada. Escuchándola, enseguida me doy cuenta de que no es lo mejor que puedo comer en ese momento. Bueno, ni en ese, ni en ningún otro.

Isabel es licenciada en medicina y cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid, especialista en Anatomía Patológica y máster en Terapia Neural y Odontología Neurofocal. Desde 2019, lleva divulgando y dando pautas sobre nutrición a través de las redes sociales donde le siguen decenas de miles de seguidores de medio mundo.

En su último libro, “Optimiza tu metabolismo”, la Dra. Belaustegui da las claves de la flexibilidad metabólica, una herramienta imprescindible para optimizar nuestro metabolismo a través de la alimentación, la actividad física y el estilo de vida.

Detrás de la inflamación crónica, del exceso de peso, de la falta de energía y de enfermedades tan graves como el cáncer, subyace una rigidez metabólica que nos impide acceder al combustible celular adecuado cuando lo necesitamos.

“Igual que no echamos combustible diésel a un coche gasolina, con nuestro cuerpo tenemos que actuar igual”, pone como ejemplo.

Aunque los seres humanos somos flexibles por naturaleza y podemos recurrir a la glucosa, a la proteína o a la grasa según las circunstancias, una alimentación basada en azúcares y un estilo de vida sedentario y estresante han atrofiado esta valiosa capacidad de adaptación.

Pero nunca es tarde, recuperar las riendas de nuestra salud es posible y se puede hacer mucho cada día. Lo de que el metabolismo cambia a partir de los 50 es, en muchas ocasiones, una excusa para no hacer nada.

En las mujeres, por ejemplo, se ralentizan las funciones metabólicas y se redistribuye la grasa. “A partir de los 50 la grasa tiene a acumularse en la barriga y por eso la figura femenina pasa de pera o guitarra a manzana”. El metabolismo, no es un ente extraño, es el último motor de la salud y la enfermedad.

CUATRO CLAVES PARA MEJORAR NUESTRO METABOLISMO

• Alimentación: Eliminar los alimentos procesados y sustituirlos por alimentos saludables. Prescindir del azúcar. “Es una sustancia que engancha, hay quienes pasan un verdadero síndrome de abstinencia cuando lo dejan” El azúcar daña la mitocondria.

• Ejercicio físico: Si no se puede salir a correr o ir a un gimnasio, al menos, moverse todo lo posible cada día: andar, subir las escaleras a pie, hasta agacharse a recoger algo que ha caído al suelo, ayuda.

• Descanso: Cuidar el sueño es clave para la salud metabólica. Guardar una rutina a la hora de acostarse, cenar como mínimo dos horas antes de ir a la cama, eliminar las pantallas, tener luces bajitas favorece la higiene del sueño.

• Gestionar del estrés: Dar un pequeño paseo por la naturaleza, recibir la luz del sol, eliminar el ruido mental, “eso está al alcance de cualquiera", asegura Belaustegui. Hay que aprender a parar.