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Asprona, el rumbo y la brújula

Una reflexión sobre el presente y futuro del festejo a beneficio de la asociación albaceteña que trabaja con la discapacidad

Floja entrada en la plaza en la corrida de Asprona 2024

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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¿Porqué sigue organizándose la anteriormente conocida como “La Corrida de España”? Sobre el papel, para lograr un pedazo más de ayuda económica en aras de conseguir la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual. Sus más de 65 años acompañando a personas con discapacidad intelectual y a sus familias en su trayectoria vital, dan buena cuenta de su encomiable labor. Ahora bien, hace unos años, el dinero logrado era fundamental para su supervivencia. Ahora, es una partida económica más, que ayuda, pero que no es imprescindible. Lejos quedan los tiempos en que la figura protectora del Maestro Dámaso González lograba por sí misma el lleno hasta la bandera.

Actualmente, Albacete ya apenas tiene ilusión por ir a Asprona. La llamada de la solidaridad no tiene la misma fuerza que antes y eso se nota en las dos últimas entradas de aficionados logradas en 2023 y 2024. Apenas un tercio de entrada se antoja pírrico botín. Y si se lograron casi 70.000 euros el año pasado, está por ver lo cosechado este pasado domingo 16 de junio.

Multitud de eventos coincidentes con Asprona este fin de semana, toros en Las Ventas de Madrid, piscinas abiertas y calor, junto a unos precios que se antojan elevados visto un cartel carente de remate, se traducen en la entrada vista en los tendidos de la calle Feria. Si además se une que apenas hay eco en los medios, el resultado es el que es.

Porque se ha pasado en los últimos tres años de un cartel con Morante, Ureña y Caballero a otro con carácter local pero que hubo un gran esfuerzo solidario por parte de toreros y ganadero, para terminar con una terna que encabezaba un Fandi a la baja y a Pinar junto a Jiménez como los reclamos. Cada diestro cortó una oreja en un encierro pobre de Las Ramblas. Tarde de mínimos, muy lejos del esplendor que en su día tuvo la corrida de Asprona.

Y es que demasiados giros y cambios de rumbo, más de los deseados, dificultan que la ciudad y provincia se desvivan por y para la corrida a beneficio de la institución. Por eso, hay que usar la brújula que haga de guía para que Albacete vuelva a estar de cara con Asprona. Porque, visto lo visto, le ha dado la espalda. Y no es nada sencillo escribir estas líneas porque esto pinta más cerca del fin que de un futuro esperanzador. Y eso es algo que no puede ni debe permitirse. Valor, y al toro.