¡Oro para la karateca talaverana Sandra Sánchez en los Juegos Olímpicos!

Sandra cortó hoy el aire del Nippon Budokan con un kata perfecto, un 'Chatanyara Kushanku' que le dio la medalla de oro. Es la segunda para la delegación española.

Sandra Sánchez con la bandera de Talavera

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Escucha como lo ha celebrado Sandra Sánchez en el Tiempo de Juego Olímpico de la Cadena COPE

La karateca de Talavera de la Reina, en Toledo, Sandra Sánchez, ha cortado hoy el aire del Nippon Budokan con un kata perfecto, un 'Chatanyara Kushanku' que le dio la medalla de oro de los Juegos de Tokio, la primera de la recién nacida historia olímpica de este deporte. Era la gran favorita. La presión no ha podido con ella y se ha subido a lo más alto del cajón.

Sandra Sánchez final

Twitter: @COE_es

Se ha impuesto en la final a la japonesa Kiyou Shimizu por 28,06 puntos a 27,88, en una repetición de la final del último campeonato del mundo, en Madrid en 2018, en la que igualmente venció la española.

Los 153 centímetros de Sánchez inundaron de fuerza el escenario mítico del Budokan. Una karateca de Talavera de la Reina triunfó en el país en el que nació el kárate y ante una rival local que se mostró más peligrosa que nunca. La final redondeó una jornada perfecta para el kárate, en la que las dos competidoras de tantos años, que se admiran mutuamente, marcharon de la mano hacia el podio, separadas por escasas décimas.

SANDRA, CASI PERFECTA

Compitió primero la española, una mujer que irradia energía positiva y que solo pierde la sonrisa cuando se planta ante el rival imaginario con el que lucha en cada kata. '¡Vamos, Sandra, que es tu día!', gritaron desde la grada octogonal del Nippon Budokan, que guardó un silencio absoluto. En el santuario de las artes marciales donde una vez tocaron los Beatles solo se escuchó el sonido amenazante de la respiración de Sánchez, de los pliegues de su karategui, de sus patadas contra el suelo y de sus gritos de combate.

Sandra Sánchez kata

Shimizu, de espaldas al tatami, no quiso ver la actuación de su oponente. Cuando le llegó su turno estuvo igualmente rápida, precisa de movimientos, con un estilo más agresivo, más 'a lo Sandra' que en temporadas pasadas.

Ambas acabaron empapadas en sudor, sin dejarse nada en busca del oro. La juez encargada de anunciar el resultado se demoró unos segundos interminables antes de señalar con la mano a su derecha, donde esperaba el veredicto la española.

DESTINADA AL ORO

El gran éxito de la carrera de Sánchez le llegó en la jornada de su quinto aniversario de boda con Jesús del Moral, seleccionador nacional.

Su entrenador, pareja y cómplice fue el primero a quien se dirigió la nueva campeona olímpica. Se saludaron como sensei y alumna, con una inclinación. Pero tardaron pocos segundos en olvidar los formalismos para abrazarse y llorar juntos.

Sandra Sánchez, a un mes de cumplir 40 años, no llegó a la selección nacional hasta los 31. Su entrada en la élite coincidió con su alianza deportiva con Del Moral, que en un principio se resistió a entrenarla porque no pensaba que tuviera opciones de llegar a lo más alto. EFE