Tres focos de topillos en La Moraña ponen en jaque a los agricultores que temen por sus cosechas

El Microtus Arvalis, vulgarmente conocido como topillo o roedor campesino, es un viejo conocido entre los agricultores de la provincia de Ávila y al que no tienen precisamente mucho aprecio porque a pesar de su diminuto tamaño, pueden causar estragos en las cosechas.

Todavía no podemos hablar de plaga en tierras abulenses, pero ya se han identificado tres foco importantes: dos de ellos en la Moraña, el primero entre Madrigal de las Altas Torres, Blasconuño de Matacabras, Horcajo y Rasueros y el segundo foco entre Cantiveros y Fontiveros. Un tercer foco de topillos se ha identificado ya cerca de Ávila capital, según ha contado en COPE, Ventura González, secretario de UPA Ávila.

Ventura González ha lamentado que no se han tenido en cuenta las reivindicaciones de prevenir en invierno con la limpieza de cunetas, que es donde se refugian estos roedores con el frío. Ahora su presencia ya ha afectado a la cosecha de cereal y temen por los cultivos de regadíos, girasoles y patatas.

De plaga ya habla el alcalde de Blasconuños de Matacabras, Federico González, quien asegura que se están viendo muchos más topillos que otros años y pide que se permita quemar cunetas y valdíos para evitar más daños.

En Donjimeno, otro los los pueblos afectados por los focos de la Moraña, ya se empiezan a ver topillos incluso en el pueblo, y eso según su alcalde, Juan José Canora, es indicador de que ya hay muchos. El regidor no considera que pueda hablarse de plaga por el momento, “pero sí de aquí a unos meses sino se pone solución”.

Para David Sánchez, alcalde de Fontiveros, otro de los municipios del norte de Ávila que también se está viendo afectado, la mayor preocupación es para los agricultores de regadío, que temen que en cuanto se recoja la cosecha de cereal estos pequeños roedores ataquen sus plantaciones.

Confía el regidor de Fontiveros que la situación no llegue a plaga. Apunta que además de topillos se están viendo más rapaces por lo que espera que “sea la propia naturaleza la que equilibre”.