Mario Iceta espera que las puertas de Antonio López estén terminadas este año

El arzobispo de Burgos espera que los burgaleses se sientan cómodos con las puertas y los anima a verlas

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Agencia ICAL

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El arzobispo de Burgos, Mario Iceta espera que este año 2023 estén terminadas las puertas de la Catedral de Burgos, encargadas al artista Antonio López. Según indicó, “en principio” estarán para “verano”, aunque espera que se puedan ver antes de que acabe este año.

Así lo indicó durante un encuentro informal que ha mantenido con los medios de comunicación, con motivo de la fiesta de San Francisco de Sales, el patrono de los periodistas y comunicadores, en el que invitó a los profesionales a abordar diferentes cuestiones, entre ellas el proyecto de las puertas de la Catedral de Burgos.

A preguntas de los medios acerca de cómo avanza el trámite administrativo para poder instalar estas puertas en el templo, Iceta señaló que hay “receptividad” por parte de los organismos encargados de estos trámites. “Hay sintonía y diálogo”, apuntó.

En relación a la decisión de Icomos, el arzobispo señaló que hay una nueva directiva que se está haciendo con la dinámica y se pidió una documentación que se está preparando. ”Esperemos que haya una buena recepción del proyecto”, dijo.

El arzobispo de Burgos animó a los burgaleses a visitarlas una vez estén terminadas, asegurando que le gustaría que se sintiesen “cómodos” con ellas. En este sentido, recordó que cuando él las vio por primera vez le parecieron “impresionantes” y espera que conmuevan a los ciudadanos como le conmovieron a él. Asimismo señaló que las puertas actuales son “mejorables”, y puso en valor el trabajo que está realizando Antonio López.

El conjunto de tres puertas, representará a Dios Padre, la Virgen y el niño Dios. Se unificarán gracias a un gran friso que mostrará el skyline de la ciudad, evocando a su vez el misterio de la Encarnación. La imagen de la Virgen María está inspirada en un retrato realizado por Antonio López a su hija María, la cabeza central se basa en una escultura realizada por el autor y que representa el rostro de Dios; y por último, en la tercera puerta se incorpora una imagen del Niño Jesús, basada en una imagen del nieto del propio artista, que forma parte de las imágenes de su estudio. Asimismo el jardín que aparece en la imagen, y que representa El Paraíso perdido está inspirado su vez en el jardín de López.