Un vecino de Burgos monta un "fiestón" durante el estado de alarma

El barrio de Villímar en la capital burgalesa disfruta cada tarde de los éxitos musicales que "pincha" este hombre para hacer más llevadero el aislamiento

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El aislamiento de estos días provoca momentos duros. No poder salir a la calle, tomar algo con los amigos, abrazar a la gente que quieres... Pero el estado de alarma en el que se encuentra el país a consecuencia del coronavirus también tiene una parte positiva.

Muchas personas han comenzado a conocer más a sus vecinos. Todas las calles de Burgos y del resto de España se unen en una misma acción a las 20 horas cada día. Las personas salen a sus ventanas y comienzan a aplaudir en un bonito gesto la labor imprescindible que hacen los servicios sanitarios y que se extiende seguramente a todos aquellos que, cada uno en su trabajo, nos hacen la vida más fácil estos días de confinamiento.

Pero hay quienes van más allá. Para tratar de hacer más llevaderos estos días en los que toca quedarse en casa, hay vecinos que ponen todo de su parte para que todos vivan una pequeña, o no tan pequeña fiesta.

Es el caso de un burgalés, que cada tarde se asoma a su ventana, instala sus altavoces en dirección a la plaza que comparte con sus vecinos, coloca su mesa de mezclas, sus focos y luces multicolor y comienza una fiesta a la que no tardan en unirse quienes también viven en el barrio de Villímar de la capital. No le falta detalle, incluso una máquina de humo al más puro estilo "discotequero".

 

 

 

Una vez que tiene todos los accesorios listos, la fiesta está asegurada. Se enfunda una camiseta del equipo de baloncesto local San Pablo Burgos y se dedica a "pinchar" grandes éxitos musicales para todos conocidos. Tanto actuales, como otros que ya se han convertido en clásicos.

No cabe duda de que es toda una fiesta cuando se comprueba que el resto de vecinos se contagian de ese espíritu y cada uno lo vive como puede. Hay quienes disponen de lásers verdes con los que apuntan a sus fachadas y quienes simplemente encienden y apagan sus luces al ritmo de la música. Un claro ejemplo de que el coronavirus nos está uniendo más como sociedad y que si uno se lo propone puede hacer estos días más llevaderos gracias a gestos como este.