60 años COPE Burgos

VÍDEO | Los secretos de la radio, al descubierto en Villadiego

El museo de esta localidad burgalesa guarda verdaderas piezas de coleccionista, que desvelan la evolución del medio radiofónico hasta nuestros días

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nos acompaña, nos entretiene, nos informa y, a veces incluso, nos emociona. La radio forma parte de nuestra vida. Ahora la escuchamos de diferentes maneras y en multitud de plataformas: en el aparato tradicional, en el ordenador, en el móvil, en la televisión... Pero para llegar a este momento, donde la tecnología ocupa gran parte de nuestra vida, el camino ha sido largo.

Las radios de los inicios poco o nada tienen que ver con los de ahora. Y el mejor ejemplo lo encontramos en el Museo de la Radio de Villadiego, una congregación imprescindible de elementos que constituyen un paseo por la fascinante historia de este medio de comunicación. También de su forma de elaborarse para que con tan solo encender la pestaña de nuestra radio, la magia empiece a impregnar cada rincón de nuestra mente. Porque la radio es eso, imaginación.

El recorrido, como bien apunta el responsable del montaje del museo de Villadiego, Jesús Peña, debe hacerse "por el principio", donde surje todo. El control de sonido es el eje fundamental, se encarga de conseguir que la voz del locutor salga del estudio para propagarse, gracias a potentes antenas.

A lo largo de numerosos muebles expositores descubrimos además piezas fundamentales para que la voz se transmita a través de las ondas como son los micrófonos y los discos que giraban en el tocadiscos para el deleite de los oyentes. Igual de indispensables son los auriculares, con los que el "pinchadiscos" seleccionaba el momento donde la canción mejor encajaba en la presentación del programa que se terciara.

El resto del trabajo es ya cosa del que escucha. Peña nos pone el ejemplo de los años 60, donde grandes aparatos radiofónicos ocupaban un lugar especial de la casa, principalmente el cuarto de estar, donde toda la familia alrededor de esta caja de madera ponía toda su atención en lo que de ahí salía.

Los tiempos evolucionaron y el tamaño de ese aparato a válvulas fue reduciéndose y ganando calidad de sonido gracias a la aparición de los transistores, lo que permitió incluso que la radio pudiera acompañar al fiel oyente fuera del hogar. Y con la definitiva irrupción de las nuevas tecnologías, la radio termina de dar un impulso de perfección sonora, que quién sabe si aún tiene margen de progreso.

Por el camino nos dejamos partes importantes que relatarles en las siguientes líneas, como la elaboración de las noticias en las redacciones, la particular disposición de los estudios para una correcta insonorización o las distintas formas que ha tenido el sonido de registrarse en cintas o cd's, pero eso ya lo tendrán que descubrir ustedes mismos en su paseo por este museo, con el que recordarán su forma de escuchar la radio y lo que ha supuesto en sus vidas. Nosotros, en el 60 aniversario de COPE Burgos, no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer este viaje en el tiempo -en parte- de nuestra propia historia. Un paseo que, les aseguro, a ustedes tampoco les dejará indiferentes.