Amancio González recibe el premio Leonés del Año 2023

El escultor leonés prepara una obra en Saint-Lô para conmemorar el 80 aniversario del desembarco de Normandía

Esther Peñalba Aller

León - Publicado el

4 min lectura

El escultor leonés Amancio González recibió el premio Leonés del Año 2023, un galardón que entrega anualmente la emisora Radio León y que en esta ocasión celebra su 53 edición, después de otorgárselo el pasado año a los astronautas Pablo Álvarez y Sara García.

En Mediodía en COPE León, en el espacio "Entre Nosotras", Amancio explica que decida el premio a su madre, a su padre, recientemente fallecido, "seguro que estaría orgulloso", a sus hijos, y a la familia, "que siempre han estado ahí soportándome, porque el trabajo de un escultor es muy solitario, sobre todo desde el punto de vista familiar, así que tiene que haber sacrificios. Pasamos la mayor parte del tiempo en el taller".

Se enteró de que era Leones del Año 2023 por una llamada de Olga Beberide, directora de Radio León: "Estaba haciendo la comida para mi hijo y para mí y "Buenas tardes, soy Olga Beberide" y lo primero que se me ocurrió fue decir que "me encantan tus vinos", porque yo siempre que voy al Bierzo, el Beberide no se me escapa".

Sucede en el palmarés a los astronautas Pablo Alvarez y Sara García y estableciendo el símil de que os artistas a veces también están en las nubes, Amancio añade: "Si quieres buscar una bonita idea, no te queda otra. Las nubes son como las ferreterías para los mecánicos".

Vocación

Amancio González quería dedicarse a la música en su juventud, pero después de tres años tocando el violín, comprendió que no era lo suyo. Se matriculó en el conservatorio y en la academia de pintura de Alejandro Vargas al mismo tiempo, y finalmente la balanza se inclinó hacia la pintura. Después de obtener un mes de permiso mientras hacía el servicio militar, comenzó a experimentar dándole golpes a un tronco de peral que tenía en el portal de su casa del pueblo. "Empecé a darle golpes con una azuela y, bueno, pues hasta el dia de hoy. Ya desde los primeros golpes, aquello me gustaba, ya sentía cosas".

El escultor ha desarrollado un estilo muy particular que muchas veces no necesita firma para ser reconocible. "Desarrollé un personaje grandote, un poco deforme, bonachón, melancólico y lo que sigo haciendo. Con él intento también plasmar al ser humano, no al personaje masculino", al margen del academicismo, las reglas, las normas. Para Amancio la escultura era una válvula de escape, una especie de tabla de salvación, y en el año 2000 decidió dedicarse en cuerpo y alma a esculpir.

Obras

Su obra más significativa es "La vieja negrilla" instalada en la plaza de Santo Domingo de la capital leonesa, aunque para él todas son especiales. "Desde un primer momento, pues gustó. Pudo no haber gustado, pero bueno, cayó bien".

Muchas de sus obras han sido coladas en la vía pública. Su intención es que "complemente la arquitectura de la ciudad y que, de alguna manera, sucedan cosas. La escultura es un punto vivo, hay una intencionalidad de transmitir una especie de emoción por parte del artista, y ahí deben de suceder cosas, deben de suceder citas, quedar los amigos, se hacen la gente fotos, son objetos que luego formarán parte de la memoria".

Retratos

Respecto a los retratos, confiesa que hacer el busto de Carlos Herrera fue una responsabilidad y que temía que no se reconociera al destapar la obra, por lo que "el escultor tiene que practicar la huida rápida, porque no sabe donde meterte", pero por el contrario le encantó.

Amancio es un enamorado del retrato romano. "Me encantan los bustos de los emperadores. Esa gente transmitía a la piedra la vida del personaje y a mi sempre me ha traído ese mundo, pero todavía no, no llego" confiesa. Su proyecto de bustos de escritores de la provincia o relacionados con la provincia, dio como resultado por lo menos 27 bustos de escritores hace catorce o quince años.

Normandía

Respecto a su trabajo en la actualidad, el escultor leonés está trabajando en Normandía, en la localidad de Saint-Lô, en un proyecto para una escultura que comemora el 80 aniversario de la liberación de Normandía junto a dos escultores.También ha trabajado en América, en Canadá, en México, en Rusia, en Ucrania, en Rumanía, en Croacia, en Dinamarca, en Francia, en Turquía...

Amancio termina la entrevista afirmando que no le importaría que su hijo se dedicara a la escultura, aunque defiende que todo el mundo debe buscar su lugar exacto, su ubicación perfecta, y disfrutar del trabajo porque este ocupa mucho de nuestro tiempo.

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