Un vecino de Palencia sale a pasear y no puede creer lo que encuentra en plena calle: "No pensáis"

La nueva decoración de pasos de cebra en la ciudad está generando una gran polémica: ¿Innovación o controversia?

Manuel Lobejón

Palencia - Publicado el - Actualizado

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La cita del refranero “Nunca llueve a gusto de todos” es quizá la más indicada para buscar una explicación de lo que ha supuesto la última idea surgida desde el Ayuntamiento de Palencia para decorar sus calles.

Como rezaba el adagio “De gustibus non est disputandum” «sobre gustos no hay nada escrito» o «para gustos hay colores» los ciudadanos de la capital palentina han dejado patente una diversidad de opiniones de lo más variado y heterogéneo a este respecto.

Todo nace de una resolución del año 2021, en que entró en vigor la nueva Ley de Cambio Climático desarrollada por el Ministerio de Transición Ecológica. Mediante ese edicto se obliga a las ciudades en España de más de 50.000 vecinos a contar con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para la que se estableció en principio una fecha límite para aplicar esta medida en el año 2023, postergándose finalmente a enero de 2024, y volviéndose nuevo a aplazar.

El propósito final de la norma es reducir la entrada de vehículos contaminantes a los centros urbanos de las ciudades y la realidad es que la mayoría de las localidades no han hecho aún los deberes sobre esta ZBE.

No todas las ciudades deben cumplirlo.

En el caso de la comunidad autónoma de Castilla y León, solo nueve ciudades están obligadas a implementar restricciones para los coches más contaminantes y crear estas zonas. Algunas capitales de provincia de esta región no cumplen con los requisitos de población y no estarán sujetas a estas restricciones, como Soria, que está exenta de restringir el tráfico contaminante en su área urbana, ya que su población actualmente apenas supera los 40.000 habitantes.

Sin embargo, parte del casco histórico de la ciudad está peatonalizado y se espera que se amplíen las áreas prioritarias para peatones.

Las ciudades que sí deberán implementar una zona de bajas emisiones en Castilla y León serán Ávila, Burgos, León, Palencia, Ponferrada, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora, todas ellas capitales de provincia menos Ponferrada.

En el caso de la capital de Palencia, ya se han iniciado los primeros movimientos en forma de obras para hacer la ciudad más amable hacia el peatón y priorizar los espacios sin vehículos o con la circulación restringida. Y es que previo a la llegada de un control de accesos (paso último de estas Zonas de bajas emisiones), se ha comenzado con la creación de las denominadas “Zonas de espacios compartidos”.

En las cercanías de la Calle Mayor ya había algunas vías perpendiculares de uso exclusivamente peatonal, al igual que en la citada calle. Ahora en calles aledañas al centro se están eliminando desniveles entre aceras y calzadas dentro de la denominada como“almendra central” de la ciudad. Así, el espacio comprendido entre la margen del río Carrión a su paso por la ciudad y las Avenidas Casado del Alisal y Manuel Rivera, pasará a considerarse una zona donde el peatón siempre tiene prioridad para transitar.

En esos puntos de espacios compartidos, actualmente los vehículos no tienen permitido superar velocidades de 20km/h y los viandantes pueden cruzar por cualquier punto sin necesidad de que sea por un paso de cebra. De hecho, algunas de esas marcas viales ya no están presentes desde la conclusión de las obras que han puesto al mismo nivel al acera y calzada.

En zonas de la ciudad como la Calle Mayor Antigua o los aledaños de la Catedral se han utilizado adoquines para igualar los niveles de rodadura, siendo suficiente este hecho para que los usuarios puedan percibir esa preferencia del peatón. No ocurre de esta forma en otros puntos de la ciudad, donde de otra forma mucho más llamativa también se da esa preferencia al viandante y donde se ha mantenido una mezcla bituminosa a la misma altura que la acera, por ejemplo en las recién elevadas calles de Eduardo Dato o Antonio Maura.

Una colorida idea para señalar estos espacios

No sin cierta imaginación, la propuesta consistorial para avisar de esta preponderancia ha sido colorear de manera muy llamativa la calzada en los accesos a estas calles, instalando por ejemplo un homenaje al videojuego Tetris o al corazón del Cristo del Otero.

Así, el famoso rompecabezas arcade de origen ruso, que pasa por tener más de 170 millones de copias vendidas en todo el mundo, está presente en el acceso de Antonio Maura y en la otra calle que confluye en las cercanías de la Plaza de León, el motivo decorativo ha sido mucho más autóctono. En color morado, muy asociado a la ciudad, domina una reproducción del corazón del cristo del otero, el emblema de la capital.

La efigie de hormigón creada por Victorio Macho y que con 21 metros de altura es el cristo más alto de España y domina la ciudad desde un cerro cercano. En su pecho presenta una característica forma compuesta por una greca que se encuentra envolviendo un corazón.

La última de las creaciones que han aparecido es una serie de huellas de osos en color blanco.

Ya el día de su presentación en sociedad, quizá de forma premonitoria, la alcaldesa de Palencia, Míriam Andrés, afirmo que esperaba que la idea gustase a la ciudadanía.

Antes de advertir que tras estas creaciones“vendrán otras que hagan el entorno urbano de la capital un espacio más llamativo y moderno”, a edil probablemente pensó en ese “Nunca llueve a gusto de todos”.

Y es que efectivamente estas creaciones no han sido del gusto de todo el mundo. Es cierto que han acumulado a muchos curiosos para realizar fotografías desde su pintado, pero de la misma manera han surgido opiniones críticas.


"Muy bonito, pero quizá ponerlo en los pasos de cebra no sea la mejor idea, mi hijo hoy quería pararse a jugar en medio de la carretera", comenta un vecino.

Detractores y partidarios han dejado patente en las últimas horas su opinión en los perfiles municipales de las redes sociales de Ayuntamiento, desde que se compartieron estas creaciones. Unos directamente piden que se destinen los recursos económicos a otros asuntos, y otros defienden la originalidad de la idea.

“Y para cuando arreglar las baldosas levantadas de toda la ciudad, porque existe algo más que el centro”, “es mejor gastar el dinero en chorradas” opinan unos, y por contra “Cuando vamos a Madrid bien que nos gusta sacar fotos a los pasos de peatones con frasecitas poéticas, ¿Por qué vemos mal cuando se hace en nuestra ciudad sea del color que sea?”, comentan los que son partidarios de esta decoración,

Tampoco se escapa la creación de los argumentos de los usuarios de vehículos de dos ruedas, advirtiendo de la adherencia del firme con la lluvia

"Cuando pintáis las calzadas no pensáis en los motoristas los días de lluvia, ¿verdad? Con la de fachadas, muros y puertas de cocheras que hay para pintar y justo se os ocurre pintar lo más idóneo para que nos resbalemos y lesionemos", relata un usuario en su comentario.

Los hay también que lamentan que los palentinos seamos "reacios a los cambios".

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“Es una verdadera pena pasear por la ciudad y ver que todo sigue igual año tras año, cualquier cambio aunque sea pequeño no se admite. Palencia es tristemente estanca. No se moderniza, no gusta nada que sea diferente”

Y es que, quizás la razón de la controversia sea esa... como decía en una de sus más famosas citas Charles Dickens, “el hombre es un animal de costumbres”.

Derivada política

Las últimas noticias en relación con los nuevos símbolos que el Ayuntamiento ha pintado en algunas de las vías de la ciudad,han provocado que desde IU-Podemos pregunten tanto el coste de la actuación, la empresa que lo ha llevado a cabo, el procedimiento de adjudicación así como el sentido de dos de los dibujos plasmados en la calzada, concretamente los que no tienen relaccion deirecta con la capital, tal como ha relatado el grupo municipal, con Rodrigo San Martín al frente.