La concertada estima que necesitará más de 100 profesores de refuerzo para el próximo curso en Castilla y León

Escuelas Católicas contrapone el “desasosiego” generado por el Gobierno frente al “alivio” de la Junta, que tratará a estos centros de igual modo que a los públicos

Un alumno ciego, junto a uno de sus compañeros en el Colegio Sagrada Familia Jesuitinas

Javier Luna

Publicado el - Actualizado

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Antes de que finalice el mes de julio los centros educativos de Castilla y León deberán remitir a la Consejería de Educación su propio plan para el inicio del próximo curso escolar. Si la estimación inicial para que la enseñanza pública pueda adaptarse a un escenario de crisis sanitaria es de un aumento en sus plantillas de entre 550 y 600 docentes, Escuelas Católicas Castilla y León prevé que se “supere” el centenar de profesores nuevos en sus centros.

Esta estimación inicial, que ha apuntado a COPE su secretario autonómico, Leandro Roldán, correspondería al refuerzo de la Educación Infantil y el primer curso de Educación Primaria, donde el protocolo establecido por la Consejería contempla la creación de grupos “estables” —sin contacto con el resto del alumnado—. Roldán sostiene que “será necesario” abrir nuevas aulas también en niveles superiores, como Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional.

En este sentido, Roldán ha reconocido el “alivio” que supone el “compromiso verbal” de la Consejería de apoyar económicamente a estos centros y ha destacado la receptividad del director general de Centros, Planificación y Ordenación Educativa, que se ha mostrado “abierto” a tratar a la escuela concertada “del mismo modo” que a la escuela pública. “El revuelo y el desasosiego que causan las declaraciones del Gobierno y de la ministra en concreto”, ha explicado Roldán, “se ven apaciguadas por este compromiso autonómico”.

Los colegios se encuentran actualmente estudiando las posibilidad de aplicar las medidas de higiene y prevención frente al COVID-19. A juicio de Roldán, que no cree que vaya a haber “gran dificultad” para que los alumnos de Educación Infantil y primer curso de Educación Primaria sigan en sus respectivas clases, la “flexibilización” del número máximo de alumnos por aula “facilita las cosas”.

Algunos de estos centros ya han planteado “dificultades” para encontrar espacios alternativos en sus instalaciones donde poder dar también clase, llegado el caso. Aunque para Roldán están “a tiempo” de encontrar “soluciones” a este “problema”.

Educación y acompañamiento

El 13 de marzo la Junta de Castilla y León anunciaba el cierre de los colegios y solicitaba la declaración del Estado de Alarma, que se llevaba a término un día después. En este tiempo la escuela concertada “ha sabido estar a la altura”, asegura Roldán. No solo a nivel pedagógico, matiza, sino en el “acompañamiento” a familias y alumnos “tanto a nivel psicológico como espiritual”.

Para el secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León la respuesta de la enseñanza concertada en una situación “tan extremadamente grave” ha sido un “nuevo factor” en la elección de centro para el próximo curso escolar. Si bien es cierto que algunos han notado un “descenso” en el proceso de admisión, que Roldán achaca más a cuestiones demográficas que al temor a un rebrote de la enfermedad, hay un número “importante” de colegios que no tenían plazas suficientes para atender todas las solicitudes recibidas.