Grupos "estables", entradas y salidas escalonadas, mascarillas: así será la vuelta al cole en Castilla y León

La Junta de Castilla y León reforzará las plantillas de profesores, tanto en centros públicos como concertados

Alumnos preparándose para la EBAU en el IES Julián Marías

Javier Luna

Publicado el - Actualizado

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Castilla y León confía en que el inicio del próximo curso escolar sea "lo más parecido a la normalidad". La presencialidad "segura", como la ha definido la consejera de Educación, Rocío Lucas, vendrá determinada por la adaptación de un protocolo con medidas de higiene y prevención frente al COVID-19 elaborado por la Consejería, en colaboración con la dirección general de Salud Pública, a la realidad de cada centro educativo. Lo que obligará a los equipos directivos de cada colegio a elaborar y enviar su propio plan para el inicio del curso escolar antes de que finalice el mes de julio.

Este protocolo contempla la creación de grupos "estables", conformados por entre 22 y 25 alumnos, para los tres cursos de Educación Infantil y el primer curso de Educación Primaria. Sus integrantes estarán exentos del uso de mascarilla —en el caso del docente a su cargo su uso será voluntario— y no deberán respetar tampoco la distancia interpersonal de metro y medio entre ellos, pero no podrán interactuar con el resto del alumnado. Además de su propio aula, deberán tener asignado un acceso único al centro educativo, zonas de paso, aseo y de recreo, procurando que no utilicen los espacios designados a otros grupos "en ningún momento".

A partir de los seis años de edad el uso de mascarilla será obligatorio "durante la entrada y salida al centro" o en circunstancias "similares". No así en el interior de aquellas clases donde sea posible respetar la distancia de seguridad interpersonal.

Así mismo, la entrada y salida del centro educativo en horario lectivo deberá hacerse de forma escalonada y por cuantos puntos de acceso sea posible. La circulación en el interior estará guiada por la correspondiente señalización. Y las reuniones de profesores con padres, salvo en casos determinados con cita previa, se celebrarán de forma telemática.

La Consejería de Educación no contempla, por el momento, la utilización de espacios ajenos a los propios centros educativos para impartir clases, sí la adaptación de aulas polivalentes, tampoco la derivación de alumnos a otros colegios ni un desdoble en horarios de mañana y tarde. Sí se llevará a cabo la contratación de entre 550 y 600 profesores de refuerzo para la enseñanza pública. Una estimación inicial a la que "habría que sumar", según ha indicado Lucas, los docentes que "se necesiten" en la enseñanza concertada y cuyo coste asumirá también la Consejería. La Junta de Castilla y León no dejará fuera de las ayudas para hacer frente al COVID-19 a los colegios concertados, que obtendrán también apoyos para la compra de mascarillas y para el "refuerzo" de las tareas de limpieza.

El programa 'Madrugadores' se mantendrá operativo el próximo curso. También funcionarán los comedores escolares, donde podrán colocarse mamparas para procurar la separación de los grupos "estables" o establecerse distintos turnos de comidas "si fuera necesario". Por lo que respecta al transporte escolar, el aforo "no se verá reducido". Si bien, en aquellos vehículos que realicen "varios viajes" será necesaria su limpieza, desinfección y ventilación "antes de cada uso".

En caso de que algún alumno presente síntomas compatibles con el nuevo coronavirus durante el desarrollo de las clases el protocolo a seguir implicará "aislarle" del resto de compañeros, "avisar" a su familia y, en aquellos casos que revistan gravedad, "llamar al 1-1-2".

Posible vuelta a la docencia no presencial

El protocolo de la Consejería de Educación contempla un inicio de curso presencial el próximo 9 de septiembre, pero también un nuevo cierre de las aulas en caso de un rebrote de la enfermedad.

En este escenario, los centros educativos estarán obligados a disponer de un plan de contingencia que permita "paliar" la suspensión de la docencia presencial y "adaptar" la programación del curso ante posibles contratiempos. También deberán contar con un plan de digitalización, con todos los recursos a su alcance para "garantizar" la enseñanza a distancia. Además, todos ellos deberán contar con aulas virtuales.

Por su parte, la consejera Rocío Lucas se ha comprometido a que "el próximo curso" los colegios dispongan de una velocidad de internet en sus instalaciones de 100 megas. También ha anunciado la compra de 10.000 equipos informaticos para "reducir" el riesgo de exclusión de aquellas familias que no tienen medios tecnológicos a su alcance para que sus hijos puedan continuar con las clases a través de internet.