Javier acoge por tercera vez a Ahmed, un niño saharaui: “Recibimos más de lo que damos”

En la provincia de Valladolid, 34 niños van a ser acogidos este verano por 30 familias con el programa Vacaciones en Paz

Carmen García Mollón

Valladolid - Publicado el

2 min lectura

Cerca de 3.000 menores saharauis podrán pasar las vacaciones en España gracias al programa 'Vacaciones en Paz'. Llegan desde Tinduf, ciudad en Argelia donde se encuentran campamentos de refugiados saharauis. Esa zona está caracterizada por condiciones climáticas muy adversas como temperaturas extremas, fuertes vientos y a menudo acompañados de lluvias torrenciales.

Cada verano la Asociación del Pueblo Saharaui pone en marcha el programa vacaciones en paz. Consiste en la acogida de niños y niñas saharauis entre 10 y 12 años por parte de familias residentes en España. En la provincia de Valladolid, 34 niños van a ser acogidos este verano por 30 familias. Es el caso de Javier. Vive en Viana de Cega y lleva 3 años acogiendo en su casa a Ahmed, niño procedente de esta zona.

Las nuevas tecnologías han acercado más a ambas familias

La llegada “se ha hecho un poco larga” porque el viaje es de muchas horas y la espera para los padres de acogida se “hace pesada” porque están deseando que llegue el momento de recibirles. Llegan al aeropuerto de Villanubla “cansados” y “deseando” llegar a casa. Viaje que Ahmed recuerda que son “muchas horas” y “no duermes” en todo el viaje”.

En Argelia, Ahmed ayuda a su madre y a su abuelo “con la mecánica” en el día a día. Aquí en España, aprovecha para ir a la piscina, al mar y también para jugar al fútbol y al balonmano. Javier conoce a su familia, va “habitualmente” a verlos. Recuerda que son “muy acogedores” y sirve para conocer a toda la familia. El motivo de estas vacacionesen paz es crear un vinculo prque siempre es muy itneresante tanto para ellos como para nosotros.

Cada verano la Asociación del Pueblo Saharaui pone en marcha el programa Vacaciones en Paz

Como familia, procuran que estén “bien atendidos”. Lo primero es hacer una revisión médica con el pediatra. Sobre todo inciden en la alimentación, porque los alimentos en el campamento “es precaria”. “Prácticamente no comen verdura, carne muy poquita cuando hay algún evento: pollo, cabra o camello”, asegura Javier. Aunque les cuesta porque son “nuevos sabores”.

Las nuevas tecnologías han acercado más a ambas familias. Aunque allí tienen internet, “las conexiones no son muy buenas”, asegura Javier. Suelen hablar con frecuencia. Ahmed sobre todo porque es el que habla español.

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