Sale de la UCI del Clínico de Valladolid la primera paciente con coronavirus: "Fue espectacular"

Los profesionales sanitarios pudieron retirar a esta paciente, con enfermedades previas, el respirador al que permanecía conectado desde hacía una semana

Javier Luna

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"Están siendo días durísimos". Así resume el doctor Ramón Cicuéndez, médico intensivista en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, la lucha de los profesionales sanitarios contra el COVID-19. Pero el trabajo a destajo y sin apenas descansos de muchas personas está dando sus frutos.

El Clínico de Valladolid ha sido testigo en las últimas horas de la primera extubación de una paciente con coronavirus. La mujer, de avanzada edad y con patologías previas, fue dada de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos entre aplausos de los propios profesionales sanitarios, que captaron el momento en un vídeo al que ha tenido acceso COPE y que se ha viralizado a través de distintas redes sociales.

Para el doctor Cicuéndez, en primera línea de batalla de la UCI, fue "uno de los momentos más bonitos que he vivido". Un momento "precioso", insiste. Más, si cabe, atendiendo a una situación "de mucho estrés, mucho trabajo" y en la que tratan de mantener como pueden la moral "alta".

Según ha relatado a su paso por Mediodía COPE Valladolid, la paciente llevaba una semana intubada. Y "en menos de 24 horas", desde que empezaron a hacer las primeras pruebas de respiración espontánea, la pudieron retirar el respirador. Su respuesta, puntaliza Cicuéndez, fue "bastante espectacular". Y la evolución está siendo "muy buena".

El caso de esta paciente, sin embargo, no es paradigmático. Los profesionales sanitarios se están enfrentando a un coronavirus que presenta "bastante variabilidad". Se están registrando cuadros clínicos con neumonías "de gran gravedad" y ante las que los pacientes no evolucionan de igual modo. "Hay pacientes que responden bastante rápido a la ventilación mecánica", explica el doctor Cicuéndez. Pero "en otras ocasiones es distinto y nos cuesta más".

Ante esta situación "intentamos planificarnos y adelantarnos a los acontecimientos", pero "la demanda de camas y de respiradores es tal que es imposible tenerlo todo controlado". Se están viendo obligados a "echarle muchas horas" y "a veces, a correr más de la cuenta". Con todo, este médico intensivista no oculta su orgullo y agradecimiento por "cómo se está volcando" la plantilla de profesional del Hospital Clínico. "Me impresiona", reconoce. Y es que pese al cansancio acumulado "todos están dispuestos".